Ya no sólo las paradas de colectivos que son ocupadas por automovilistas. También las garitas donde la gente espera la llegada del colectivo son territorio de disputa de distintas personas y agrupaciones y pegan y pegan folletos. Las garitas ya han perdido su fisonomía original, y ahora, maltratadas y oxidadas, muestran los restos de papeles pegados.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora