El Instituto Obra Social de la Provincia de Entre Ríos (Iosper) anunció, en abril último, la construcción de tres delegaciones: en Colonia Avellaneda, en María Grane y en Larroque.
La idea de la obra social provincial fue llamar a la licitación para que una o varias empresas asumieran la tarea de construir los locales -hoy Iosper alquila la mayoría de los locales que ocupan sus delegaciones- pero los números no le cerraron.
Pero ante los números que le fueron presupuestados por las firmas constructivas, el directorio de Iosper decidió conformar un equipo propio para llevar adelante los proyectos. La obra social consiguió que los municipios de esas tres ciudades le donaran el terreno y puso a trabajar a equipos propios en el levantamiento de las estructuras.
De las 95 delegaciones que tiene Iosper, la mayoría son locales alquilados -como la delegación central de Paraná, sobre calle Gualeguaychú-, y sólo cuenta con un puñado de edificios propios: Concordia, Villaguay, Tala, Gualeguay, Ramírez.
La obra social logró cerrar 2022 con una situación financiera holgada: según los números del balance, tuvo un superavit de $2.620 millones.
Ese resultado se dio luego de dos años complicadísimos, cruzados por la pandemia de coronavirus, y en medio de una situación económica que va agudizándose: en 2022 la inflación fue del 98,4%, pero el Iosper pudo surfear ese contexto adverso y en el caso de los odontólogos aplicó subas de aranceles del orden del 140%.
Iosper exhibe hoy una situación económico-financiera de privilegio, con un superavit de $2.620.792.925,84 en el ejercicio 2022.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora