La suspendida Procuradora Adjunta y Fiscal Anticorrupción de Entre Ríos, Cecilia Goyeneche, consideró que la reacción del exgobernador Sergio Urribarri, condenado a 8 años de cárcel por corrupción, es lógica ya que “está frente a un drama en su vida” y que “se tiene que hacer responsable de lo que hizo”.
El jueves 7, tras ser condenado, el exmandatario y ahora exembajador argentino en Israel y Chipre emitió un comunicado en el que sostuvo que la sentencia en su contra es una “clara muestra de arbitrariedad, injusticia y atropello al Estado de Derecho”.
Horas más tarde, su abogado defensor, Raúl Barandeguy, completó su impresión: “Se ha degradado el servicio de Justicia”.
En diálogo con Entre Ríos Ahora, la suspendida fiscal que investigó al exmandatario –junto a los fiscales Patricia Yedro, Ignacio Aramberry y Gonzalo Badano, entre otros- rechazó los términos utilizados por el exmandatario y su defensor. Goyeneche está suspendida en su cargo desde el 30 de noviembre, cuando se abrió un proceso de jury en su contra por supuesto mal desempeño en la causa de los contratos truchos en la Legislatura.
Al respecto, sostuvo que investigar al exmandatario tuvo un “costo personal” que terminó con su suspensión y apertura de jury por presunto mal desempeño en la causa Contratos de la Legislatura. En tanto, en cuanto a la lectura de la sentencia, confió que la vivió “con mucha satisfacción”.
El drama de Urribarri
En primer término, Goyeneche se refirió a los dichos del defensor del exembajador: “Las declaraciones del defensor son injustas e irrespetuosas hacia el tribunal. Están absolutamente alejadas de lo que pasó. Él sabe que no es así. Lo que se valoró es prueba. Esto puede ser confuso para un ciudadano que está alejado de la administración pública y lo que es el gasto público. Sin embargo, todo esto está muy normado y no es difícil ver los límites entre lo legal y lo ilegal. Esto fue puesto en evidencia de forma muy descarnada en el proceso, desde el primero al último testigo. Hubo algunos que evitaban dar respuestas y terminaban reconociendo la veracidad de la información que le mostrábamos o los mails que les exhibíamos. Era imposible de negar lo que pasaba: trataban a la plata pública como propia. Venir ahora a plantear frases queda pequeñito frente a la contundencia de la sentencia”.
En cuanto a la reacción del exembajador, afirmó: “Lo de Urribarri no me gustaría analizarlo, porque es una persona que fue condenada a 8 años de prisión. La reacción es lógica porque está frente a un drama en su vida. Me parece hasta lógico que procure encontrar una explicación o atacar esto. Pertenece a una reacción dolorida frente a esta realidad que tiene que ver con algo que hizo y de lo que se tiene que hacer responsable”.
“Lo viví con mucha satisfacción”
Sobre cómo vivió las 13 horas de lectura del adelanto de sentencia, contó: “Estuve en casa casi todo el tiempo escuchando el relato del juez (José María) Chemez; con mi familia entrando y saliendo de sus actividades; con mi hija protestando porque yo estaba todo el tiempo mirando la lectura de la sentencia. Lo viví con mucha satisfacción. Veíamos que la sentencia era muy minuciosa en dar razones y analizar jurídicamente. Lo importante no fueron los últimos 5 minutos donde estalló la información, sino las razones que dieron los jueces durante varias horas. Me pareció que fue un día de festejo porque cívicamente escuchamos a un tribunal que dio razones de sus decisiones”.
“Van a recurrir a todas las instancias”
Por otra parte, la fiscal señaló que la batalla en la Justicia continuará puesto que la sentencia aún no está firme. Respecto de la apelación que adelantó la defensa de Urribarri, dijo: “Es lógico que vayan a recurrir porque el tiempo que la sentencia no esté firme, es el tiempo que la pena no se empieza a cumplir. Descuento que van a acudir a todas las instancias recursivas que puedan y me parece bien, es lo que haría cualquier ciudadano frente a una sentencia condenatoria. Sin embargo, creo que como conoció este Tribunal la prueba, viéndola durante 6 meses y escuchando a testigos, no habrá otros jueces que vayan a estar en mejor posición para decir qué es lo pasó. Estos jueces entendieron qué es correcto y si la prueba se produjo legalmente”.
No obstante, aclaró que “uno siempre puede esperar que los tribunales superiores tengan otra mirada de una cosa, pero de los planteos nulificantes que plantearon los defensores no hay posibilidad de que nada cambie. El Tribunal se ocupó minuciosamente de eso y puso las cosas en su lugar. Fue un análisis correcto. Los planteos no tenían ningún sustento”.
“Meterse con el poder tiene un costo personal”
Asimismo, afirmó que investigar al exgobernador “tuvo un costo personal importante” que llegó “al extremo de mi suspensión y un jury absurdo”. Y también refirió que los demás fiscales y los bioingenieros del Gabinete de Informática Forense de Fiscalía “sufrieron ataques constantes”.
La investigadora está suspendida en su función desde el 30 de noviembre de 2021 y debe esperar ser sometida a un proceso de jury por supuesto mal desempeño en la causa Contratos de la Legislatura abierta en 2018. Se le achaca una relación societaria/comercial con un imputado –Pedro Opromolla- en dicho expediente. En diferentes ocasiones, ha vinculado el proceso en su contra como un ataque del urribarrismo.
“Venimos desde hacer tres años con ataques constantes y denigración de todo tipo, con un discurso muy poco presentable. Por ejemplo, a los peritos de Fiscalía los sometieron a críticas burdas, con solicitadas en los diarios simplemente por haber hecho su trabajo que fue extraer datos de una computadora o hacer un informe técnico contable sobre alguna cuestión”, aseveró.
Como conclusión al trabajo realizado por la Fiscalía que desembocó en un fallo condenatorio, manifestó: “Lo que hemos charlado con colegas es que esto tuvo mucha repercusión. Nos sorprendió. Tuvimos infinidad de llamados de gente conocida y desconocida que celebra lo que pasó como un hecho histórico. Se trata del primer gobernador condenado desde el regreso de la democracia. No es para celebrar que un exgobernador termine condenado, pero tenemos que reconocer que la sentencia condenatoria se haya dictado. Esto habla de una justicia independiente. Se pudo llevar a la justicia y determinar estos hechos que efectivamente ocurrieron”.
“La conclusión a futuro en este tipo de causas es siempre la misma: si encontramos pruebas vamos a avanzar. Trabajamos seriamente y en base a la responsabilidad funcional que nos cabe. No cambiaría nada de lo que ha pasado. Hemos hecho lo que teníamos que hacer. Sabemos que es costoso en lo personal. Muchas veces nos hemos sentido muy solos, a pesar de que somos conscientes de lo que tenemos que hacer. Además, sabemos que meterse con gente que está en el poder y que tiene tantas vinculaciones tiene un costo personal que no debería tener. Como que esto haya llegado al extremo al que llegó, con mi suspensión y mi jury absurdo. La causa la remitimos a juicio en 2018, pero muchas veces cargamos con una responsabilidad que no nos cabe. Es cierto que hay investigaciones que demoran porque hay pericias o informes pendientes, pero también hay planteos defensivos que hacen que las causas se empantanen. En todo ese tiempo son muchos los sinsabores que uno tiene que pasar, pero se debe fortalecer el espíritu para seguir”, completó.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.