Por Paola Robles Duarte (*)

La Mesa de Enlace que nuclea a las entidades agropecuarias eligió a Gualeguaychú como «epicentro» del reclamo al gobierno nacional frente a un panorama complejo para la producción: falta de gasoil, de insumos, de repuestos de maquinaria agrícola, de cubiertas, etc.

Un acoplado fue la tribuna improvisada en la que los dirigentes del campo lanzaron fuertes críticas contra una gestión que mantiene la tradición kirchnerista de ubicar al campo como una masa uniforme y enemiga.

¿Faltaron productores a la cita? Sí, faltaron. ¿El que convoca no convoca del todo? Puede ser.

Fue el dirigente del Movimiento de Trabajadores Excluidos, Juan Grabois, que hace pocos días estuvo en Gualeguaychú participando de una de las asambleas convocadas por el ministerio que comanda Wado De Pedro, quien no perdió oportunidad para correr por izquierda la gobierno de Alberto Fernández, y profundizar públicamente la interna del Frente de Todos, utilizando el mismo concepto que la mesa de enlace entrerriana: Gualeguaychú como «epicentro» de todas las batallas.

«En el ´epicentro´ de los grandes sojeros, Martín Piaggio prohibió el glifosato y arrasó en las elecciones. ¿Si probamos con defender a la gente en vez de arrugar con el poder? Con 10% de aumento de retenciones segmentada a la gran producción de soja se paga el Salario Universal», propuso Grabois por Twitter.

 


La ordenanza municipal Nº 12216/18, que estableció la prohibición del uso, aplicación, expendio, almacenamiento, transporte, comercialización y venta del producto llamado «Glifosato» y las formulaciones que lo contengan, fue aprobada en abril del año 2018. Dicha normativa alcanza solo al ejido y no tiene alcance -ni siquiera- departamental, allí donde se encuentran las mayores extensiones de tierra en condición de explotación. Por lo tanto fue -sobre todo- una enorme expresión de deseo para los colectivos ambientales, un gran título para los diarios del momento, una iniciativa acotada dentro del propio ejido y llevada adelante por aquellos emprendedores contemplados en programas o en algún tipo de financiamiento gubernamental, o incluso en algunos casos en particular, por algún productor o tenedor de tierra que no vive de la agricultura como actividad principal para su sostén. En cuanto al alcance departamental, aún es una medida que no es practicada por los colonos desde el punto de vista de la producción concreta de alimentos, hortalizas, granos y oleaginosas en el departamento ya que tiene jurisdicción la normativa provincial, que aún se encuentra en debate y sin alcanzar ningún tipo de consenso.

De lo que no habla Grabois es de los funcionarios del gobierno nacional -o personas cercanas a ellos- comprando los campos de los productores que no pueden sostener su actividad, en algunos casos tratándose de historias labradas a lo largo de generaciones enteras, productores que se funden y venden a unidades de negocios que especulan con la tierra, para buscar una vida con menos sobresaltos en la ciudad. De eso no habla Grabois. No habla Piaggio. Y tampoco dicen nada, al menos en términos concretos, la oposición o la Mesa de Enlace.

Todos hablan de la caja. Eso sí. La caja que es para los productores el resto que no tienen, y para el gobierno de donde financiar cualquiera sea el esquema que decidan sostener. Pero en la política solo abunda la mirada maniquea que no pone atención a la vida de las personas, no importa de qué lado de la grieta se esté.

 

(*) Publicado en R2820Radio.com