La esquina es La Rioja y Avenida Laurencena. Es mediodía, el tránsito está en ebullición y casi nadie advierte lo que es evidente: que el cartel que señala esa esquina está por el piso. Caído, destruido o volteado por algún viento, lo cierto es que el poste que señala las calles está tenidido en el piso. No se sabe desde cuándo. No se sabe hasta cuándo. Pero está ahí, rendido. Y en vez de mirar para arriba, hay que bajar la vista para saber en qué calle se está.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.