El pasillo atraviesa la sala de Terapia Intensiva. Y desemboca, a un lado, hacia un patio interno, hacia otro lado, en la Guardia. Pero en el medio, está ese gran ventanal vidriado. El ventanal tiene un hueco. Y en ese hueco alguien ha colocado un cartón. El cartón impide ver del otro lado, y tapa lo que es mejor no ver. Pero no oculta el estado de necesidad general que exhibe el Hospital San Martín.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.