La Justicia hizo lugar a un planteo del defensor del cura Justo José Ilarraz, procesado por el delito de corrupción agravada, cometido mientras fue prefecto de disciplina en el Seminario de Paraná, y dispuso que el tribunal que deberá juzgarlo en juicio oral debe conformarse con camaristas y no con jueces de Garantías.
Una disposición del 25 de octubre último, firmado por el camarista Alejandro Grippo, dispuso requerir al Superior Tribunal de Justicia (STJ) que designe un camarista para integrar el tribunal que debe juzgar a Ilarraz. Ese camarista se sumaría a dos jueces de Garantías.
La novedad de esa última disposición judicial la dio a conocer el abogado Milton Urrutia.
Tres jueces de Garantías habían manifestado su no objeción a conformar el tribunal. Se trata de los jueces José Eduardo Ruhl, titular del Juzgado de Garantías N° 2; Humberto Oscar Franchi, titular del Juzgado de Garantías N° 3; y Mauricio Marcelo Mayer, del Juzgado de Garantías N° 4, todos de Paraná.
De los tres, explicó Grippo, se debían escoger dos, y el tercero deberá ser un camarista, cuya designación quedará en manos del máximo órgano judicial de la provincia.
El camarista Alejandro Grippo, del Tribunal de Juicios y Apelaciones y primer juez que tuvo, en 2012, la causa Ilarraz, elevó la petición al STJ. Le pidió que “tenga a bien contemplar la posibilidad, y en su caso autorizar, la integración del Tribunal en la presente causa, conun vocal de Cámara de la Provincia, con competencia penal, que corresponda según el orden de la lista que ese Alto Cuerpo confecciona cada año”. Ese tribunal, además, deberá estar integrado por dos jueces de Garantías.
Siete víctimas acusaron a Ilarraz de graves hechos de abuso sexual mientras permanecían como pupilos en el Seminario y el sacerdote cumplía funciones de prefecto de disciplina, entre 1985 y 1993.
En 1995 el entonces arzobispo Estanislao Karlic le inició un juicio diocesano, escuchó a las víctimas y le aplicó a Ilarraz la sanción del destierro.
El caso llegó en 1992 a la Justicia y debió atravesar una serie de apelaciones y planteos de la defensa del sacerdote. A lo largo de la tramitación de la causa, se sucedieron tres jueces: Alejandro Grippo, Susana María Paola Firpo y Pablo Zoff. Este último resolvió, el 17 de agosto, elevar la causa a juicio oral.
Pero el abogado Juan Ángel Fornerón, defensor de Ilarraz, cuestionó esa medida e interpuso un recurso de reposición contra lo resuelto por Grippo respecto de la integración del tribunal que debe juzgar al cura. Reprochó la intención de integrar el tribunal con jueces de Garantías, cuando lo correcto sería hacerlo con camaristas.
En el entredicho intervino el fiscal coordinador Rafael Cotorruelo, quien opinó a favor de hacer lugar al recurso de reposición de Fornerón, y dijo que de acuerdo a la Ley Orgánica de Tribunales, corresponde integrarlo con camaristas.
A su turno, la querellante Rosario Romero consideró que, sin perjuicio de que resulta criterioso que los jueces de Garantías puedan conformar el tribunal de juicio, toda vez que por su radicación en la ciudad de Paraná se compondría con cierta facilidad la integración, la Ley Orgánica de Tribunales “no acompasa debidamente en todas sus previsiones al nuevo ordenamiento procesal penal y por tanto, no autoriza expresamente tal integración”.
Y sostiene que “corresponde integrar el tribunal conforme el listado de vocales de Cámara que el STJ sortea cada año, sin acudir a ninguna norma interpretativa, ya que ello podría obstar al natural curso de estas actuaciones, las cuales, tienen un antecedente de demora anterior, por dificultades para la conformación del tribunal de apelación”.
En función de esos argumentos, el tribunal conformado por los camaristas Ricardo Bonzzola, Alejandro Grippo y Elisa Zilli dispuso hacer logar al recurso que planteó el defensor de Ilarraz y solicitó al STJ informe cuáles tres vocales de Cámara están en el orden de la lista para conformar el tribunal que juzgará al cura Ilarraz por los abusos en el Seminario.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.