Sobre calle Gualeguaychú, casi en la intersección con San Martín, apareció un bache. Del bache sale agua, y un cono naranja alerta sobre esa situación. Pero como se creyó que no era suficiente el cono naranja, un voluntario agregó dos alambres puestas a modo de soporte de otra señal, hecha, oh sorpresa, con un corpiño colorido cortado a la mitad. Una parte a cada lado del bache.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora