Desde afuera, no se ve. Hay que ingresar. Subir al primer piso. Asomarse a uno de los grandes ventanales. Entonces, sí. Aparece ese patio interior: raro. Dos palmeras en el medio, paredes enmohecidas a los costados, un ramillete de aparatos acondicionadores de aire que asoman desde todos lados. Es una cara distinta de Casa de Gobierno. Desde adentro.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.