En la hora del crepúsculo, transitar las anchas galerías de Casa de Gobierno es una experiencia sobrecogedora. No hay empleados, ni vistantes ni extraños. Hay un silencio profundo. El patrio central, la gran palmera, y un retazo de cielo que se asoma alrededor de la gran cúpula. El paisaje es bello, y placentero.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.