En el último congreso de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer), este miércoles 31 de marzo, pasaron cosas. La primera, central, fue la votación, por mayoría, del rechazo a la oferta de aumento salarial que presentó el Gobierno, un 35% escalonado entre mayo y noviembre, que llevaría el mínimo garantizado de bolsillo de $32.690 a $44.131.
Pero ocurrió también un incidente interno en el congreso. La seccional Nogoyá, hasta 2020 alineada con la Agrupación Rojo y Negro, al igual que Paraná, Tala, Federación y Villaguay, decidió «independizarse». Ya no forma parte de la Agrupación Rojo y Negro 1° de Mayo. No sorprendió, entonces, que en su asamblea del martes, resolutiva del mandato que llevarían al congreso del miércoles, la votación haya resultado por la aprobación de la última oferta salarial del Gobierno, en disidencia con las cuatro seccionales de la oposición.
Pero a poco de comenzar a sesionar el congreso, se conoció una «corrección» al mandato. Un hecho muy sorprendente.
En una presentación que firmaron Norma Correa, secretaria adjunta de Agmer Nogoyá, y la gremial, Adriana Herrera, se corrigió el mandato que, por “un error de interpretación”, se había plasmado en un acta como de aceptación y había sido por el rechazo.
En la asamblea del martes 30, Agmer Nogoyá “acepta la propuesta salarial”, pero a la vez se pidió que sea en dos tramos, del 20% y del 15%, que se retome la negociación con el Gobierno “no más allá de julio” y habilitó a los congresales de la seccional “a votar con la medida que más nos contenga”.
Un día después, la misma seccional decide rectificar la decisión. “Se rectifica el acta ya que hubo un error de interpretación”, y Nogoyá mocionó entonces por el rechazo a la oferta del Gobierno. La novedad se conoció el mismo día del congreso, el miércoles 31 de marzo.
Nogoyá atraviesa un proceso de cambios: no sólo abandonaron los clásicos chalecos rojos que identifica a la oposición –en su presencia en la carpa de Agmer instalada en Plaza Mansilla lucieron chalecos blancos que usualmente utiliza el oficialismo provincial, Integración por un Agmer de Todos- sino que en 2020 hubo un fuerte cruce entre su secretario general, Eugenio Medrano y la mesa chica de la Rojo y Negro.
Medrano está de hecho apartado de la conducción de la seccional. Renunció a la licencia gremial y optó por priorizar su carrera docente. Además, dedica su tiempo también a un emprendimiento privado alejado de la enseñanza. Casi no aparece en los debates gremiales y tiene casi nula participación sindical últimamente. «No existe. No participa de nada desde hace meses», dice un dirigente del sindicato docente.
Su salida de la Rojo y Negro se produjo de modo escandaloso luego de formar parte institucionalmente, en octubre de 2020, de la denominada «Marcha de la República» que auspició el macrismo.
«Acá la docencia de Nogoyá, luego de una asamblea con delegados y reunión de comisión departamental, quieren que nos manifestemos. Están cansados que estemos en nuestras casas esperando que Bordet nos escuche. Solo cumplo lo que mis compañeros docentes por unanimidad me piden», había argumentado Medrano.
Pero sus pares de la Rojo y Negro lo trataron de «mentiroso». Al respecto, el pronunciamiento de la oposición en Agmer señaló que «es falso que haya sido resuelto por una asamblea de delegados (tal asamblea no existió). Por otra parte, la reunión de Comisión Departamental a la que se refiere Medrano fue convocada sin estar incluido este punto en el temario y, tal como hizo Bordet con la ley de Emergencia, lo hizo entre gallos y medianoche”.
El cruce fue el final de la relación. Agmer Nogoyá dejó de ser Rojo y Negro.
La salida de Nogoyá de la Rojo y Negro altera el delicado equilibrio interno de fuerzas en el mayor sindicato docente de Entre Ríos.
Los afiliados de Agmer suman 30.874. Y los congresales, 126, repartidos así: Integración por un Agmer de Todos más la aliada Isauro Vive, de Concordia, tiene 66 congresales; el resto de las agrupaciones, con la Rojo y Negro a la cabeza, 60.
De esos 60, 47 son Rojo y Negro, y 13 se dividen entre Ñandubay, Lista Blanca y la Agrupación Fuentealba. Con 1.087 afiliados, Nogoyá aporta 5 congresales que, en el nuevo escenario, ya no votarán en alianza con los Rojo y Negro, que tiene por delante el desafío de las próximas elecciones en el gremio para renovar autoridades. La pandemia de 2020 obligó a retrasar el trámite y a prorrogar mandatos. Pero más temprano que tarde habrá que sacar las urnas.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora