La explosión de colores es visible, porque rompe con el ocre de la chatarra oxidada y pone vida en un sitio que es una frontera clausurada. Desde hace más de un año, calle Bravard está interrumpida en el acceso al denominado «Paseo del Túnel», en ese puentecito construido sobre el arroyo Las Viejas. El puente, que en teoría debería conectar el sector del Thompson con el complejo del Túnel, funcionó poco tiempo, aunque se lo pensó para siempre. En noviembre de 2015 alguien decidió que ese paso no debía existir más, y clausuró una calle pública. En diciembre de 2012, la exintendenta Blanca Osuna abrió esa calle, y ese puente, y así se integró todo ese sector. Entonces, Blanca prometía recuperar “el borde costero” y desalambrar las playas privadas, y quitar del borde del río esas construcciones que impiden el acceso y, quizá por qué no, también poner en discusión el complejo del barrio cerrado que privatizó el viejo balneario Los Arenales, Amarras del Sol. El puente se construyó en 2006, pero el paso vehicular siempre estuvo cerrado. Recién se habilitó en 2012. Pero eso duró hasta noviembre de 2015. Desde entonces el pasó está cerrado. Sólo que ahora, el arte combate la idiotez de una decisión absurda.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.