La Iglesia Católica pudo zafar del juicio al cura Juan Diego Escobar Gaviria, que desde el martes se desarrolla en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, y ninguno de los suyos, a excepción del acusado por corromper menores, desfilará frente a los jueces María Angélica Pivas, Darío Crespo y Javier Cadenas.

El párroco de Oro Verde, Alfredo Nicola, había sido citado como testigo de la defensa, que ejercen los abogados Milton Ramón Urrutia y Juan Pablo Temón, asistidos por María Alejandra Pérez. Formó parte de la lista de diez testigos propuestos que debían presentarse este jueves, pero finalmente los defensores dieron marcha atrás: sólo presentaron cinco, y desistieron del resto. Entre ellos, el cura Nicola, que no pisó los tribunales de Gualeguay.

Pero antes de que sucediera lo que hoy ocurrió, cuando supo que Nicola figuraba en la lista de testigos, el fiscal Federico Uriburu, que junto con su colega de Gualeguay, Dardo Tórtul, ejercen la acusación, le pidió informes al arzobispo Juan Alberto Puiggari. En el marco del expediente “Escobar Gaviria Juan Diego s/ Promoción a la corrupción agravada”, Uriburu pidió a la curia que le informe “lugares donde ha estado asignado, actuaciones administrativas, llamados de atención (motivo de los mismos) o cualquier otro dato que V.E. considere de interés para informar” respecto de Nicola.

“Lo requerido se relaciona con que el nombrado Nicola ha sido convocado como testigo de la defensa para el debate oral y público a celebrarse en la ciudad de Gualeguay a partir del próximo 22/8/2017 y se fundamenta en la necesidad de esta parte de conocer y evaluar la objetividad del testigo respecto a los hechos que se investigan, circunstancia que está prevista por la legislación procesal a los efectos de formular el contra-interrogatorio pertinente”, decía el texto del mail que llegó a la curia.

El correo electrónico fue enviado el viernes 18. Puiggari se tomó unos días, y contestó recién hoy, fecha en la que en teoría Nicola debía prestar testimonio ante el tribunal. La nota enviada por Puiggari a Uriburu señala que «habiendo llegado a Paraná, me he notificado del mismo, e intersándome en el tema, el Pbro Alfredo Nicola me ha confirmado que ha sido desistido como testigo por lo cual considero que la cuestión ha devenido abstracta”.

En realidad, la presencia de un miembro del clero –subordinado de Puiggari– hubiese supuesto una señal inequívoca de apoyo a Escobar Gaviria. El arzobispo quiso evitar eso, y jugó al límite: recién el día que debía declarar Nicola respondió que no enviaría nada, porque se había enterado que Nicola no declararía.

Escobar Gaviria tiene cuatro cargos por gravísimos abusos a menores, que habrían ocurrido mientras fue párroco de San Lucas Evangelista, en Lucas González, a donde estuvo destinado por la Iglesia, entre 2005 y finales de octubre de 2016, cuando fue suspendido por la Iglesia al ingresar a Tribunales la primera denuncia por abuso.

Cuando Escobar Gaviria fue expulsado de Lucas González, a finales de octubre de 2016, buscó refugio en la casa Padre Lamy, de Oro Verde, pero cuando los religiosos Servidores de Jesús y de María cayeron en la cuenta de quién era el refugiado, le pidieron que se fuera. Entonces, el cura fue a vivir a una casa particular de Oro Verde, y tuvo trato con Nicola.

La Iglesia le prohibió oficiar misas en público luego de la presentación de la primera denuncia por abusos en su contra, el 28 de octubre de 2016. La situación del cura se ha venido complejizando, al punto que desde el 21 de abril está alojado en la Unidad Penal de Victoria. Y ahora espera el veredicto en el marco del primero proceso penal contra un miembro de la Iglesia Católica acusado de corrupción de menores.

El lunes serán los alegatos de las partes, y luego se conocerá la sentencia del tribunal.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.