El juicio por el crimen de Nahiara Luján Cristo, la niña de 2 años que falleció la noche del 7 de agosto de 2019 en una sala del Hospital San Roque, adonde llegó en estado deplorable, con marcas en el cuerpo que indicaban que fue sometida a malos tratos y un avanzado estado de desnutrición, transitó este miércoles por su tercera jornada.
En el banquillo de los acusados están Miguel Ángel Cristo, el papá, y Yanina Soledad Lescano, su expareja, ambos acusados por los fiscales Juan Malvasio y Santiago Brugo de homicidio triplemente agravado, por el vínculo, alevosía y ensañamiento, y para quienes han pedido la pena de prisión perpetua. De momento, sólo Cristo cumple prisión preventiva en la Unidad Penal N° 1, en tanto que Lescano está con arresto domiciliario.
Los defensores de la mujer, Miguel Cullen y Patricio Cozzi, interesaron al tribunal, conformado por Gervasio Labriola, Alejandro Cánepa y Carolina Castagno, de la posibilidad de que Lescano se ausentara de las audiencias a raíz de que cursa un “embarazo de riesgo”. El presidente del tribunal, Labriola, ordenó que la examine el Departamento Médico Forense de Tribunales, y tras eso dispuso que continúe asistiendo a Tribunales por cuanto los profesionales la encontraron en buen estado de salud.
En la jornada de este miércoles declararon dos testigos aportados por Fiscalíla, Claudia Rodríguez, una mujer que se dedica al cirujeo, exvecina de Yanina Lescano, y Tomasa Fernández, quien conoció de modo fortuito a Miguel Cristo por cuanto su hijo estaba interesado en adquirirle un auto. Los vio una vez a ambos, Lescano y Cristo, y contó que la vio “muy arreglada” a la mujer, y algo cabizbajo al hombre.
Después, fue el turno de los testigos aportados por la defensa. La primera que brindó su testimonio fue la psicóloga María Zelmira Barbagelata Xavier, integrante del Departamento Médico Forense, que actuó como perito en la causa. De su evaluación, mencionó que Cristo tiene “rasgos psicopáticos”, cierta “indiferencia afectiva” y que tiende a relacionarse con las personas de modo “utilitario”. Dijo: “Es un modo de vincularse donde los otros pierden calidad de sujetos y son tomados como objeto. No son contemplados como otros semejantes, que puedan tener sentimientos o emociones”.
La tesis de la defensa, contrapuesta a Fiscalía, es que Lescano nada tuvo que ver con el maltrato y muerte de Nahiara, por cuanto fue víctima de violencia de género por parte de Cristo.
Barbagelata Xavier aclaró qué es una personalidad psicópata. “La psicopatía no es enfermedad, es un modo de ser y estar en el mundo”, apuntó. Las sesiones, dijo, fueron intensas, de 2 a 3 veces por semana. “Estaba muy angustiada, con un estado de fragilidad física y emocional”, señaló. “Respecto de su relación de pareja, dijo estar en una situación de desvalimiento de poder”, agregó.
Describió a Lescano como “una persona que se expone en sus vínculos de pareja, que no puede medir el grado de violencia hasta que llega un punto que no puede controlar. No puede advertir antes conductas violentas antes”.
El fiscal Juan Malvasio le consultó en forma directa a la psicóloga si a ella le consta que Lescano haya vivido situaciones de violencia de género.
-No me consta. Es lo que ella cuenta –respondió.
El fiscal preguntó luego a Vázquez, integrante del Servicio Penitenciario, si es acorde a las normas que una interna se saque una foto con otra interna y luego la suba a las redes sociales –sin nombrar el hecho, se refiere a el retrato que se viralizó de Lescano con Nahir Galarza, que cumple condena a perpetua por el asesinato de su novio, Fernando Pastorizzo-. ¿En eso se denota la angustia que tenía?
La psicóloga no pudo ensayar ninguna respuesta.
La profesional insistió en que su relato estaba atado a lo que le había contado en terapia Lescano mientras estuvo en el penal. Que su situación de angustia derivaba fundamentalmente del hecho de que el Consejo Provincial del Niño, el Adolescente y la Familia (Copnaf) le retiró la custodia de sus tres hijos, y que además, no bien nació la cuarta niña (el mismo día que Nahiara murió en el Hospital San Roque- también fue institucionalizada.
Más adelante, la psicóloga quiso abonar la tesis de Lescano respecto a la violencia de género que ejercía Cristo sobre ella, y contó lo que relató en las sesiones: que su expareja utilizaba el ardid de salir todos juntos de modo que la mujer no tuviera oportunidad de irse del hogar.
Otra psicóloga del Servicio Penitenciario, Claudia Gómez Arpí, relató situaciones de “violencia psicológica, que la colocaban en un lugar vulnerable”. El relato de la coimputada en el crimen de Nahiara le contó a la psicóloga que Cristo “gatillaba un revolver a sus hijos cuando estaban dormidos, en presencia de Lescano”.
“A veces, no la dejaba levantarse de la cama para ir al baño, y en una oportunidad contó que se orinó en la cama”, abundó luego la profesional. Al calificar la personalidad de Lescano, dijo que de la terapia concluyó que tiene una personalidad que tiende a “complementarse con un psicópata. Entra en un sueño y es capaz de seguir hasta las últimas consecuencias, sin tomar conciencia de lo grave que está viviendo”.
Al final, declaró Miguel Lescano, hermano de Yanina, que aportó un dato: sus diferencias con Cristo. Y la vez que “me amenazó con un arma para que deje de ir a la casa”.
Las audiencias continuarán este jueves, a las 9, en Tribunales.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.