Paraná tiene una relación conflictiva con los ciclistas que transitan las calles.
La ciudad no tiene bicisendas. No hay, no las construyen.
Sólo hay una, en un sector del Parque Urquiza, pero es utilizada para actividades de trote y caminata, y además está destruida.
En 2014, durante la administración de la exintendenta Blanca Inés Osuna se construyó una continuidad de la bicisenda.
La tarea empezó en la zona del Parque Infantil Patito Sirirí, sobre calle Gregoria Matorras de San Martín, y siguió: la traza, dos líneas amarillas, en medio unos adoquines de color ídem, con la idea de continuarla por calles Etchevehere, Mitre, Leguizamón, Marcelo T. de Alvear y Acuerdo de San Nicolás.
“Se trata –dijeron entonces desde el gobierno de la ciudad– de una nueva obra de infraestructura pensada para el disfrute y la recreación en espacios públicos, enmarcada en las continuas acciones del gobierno municipal de puesta en valor y recuperación de espacios verdes, plazas, paseos, monumentos, esculturas y fuentes”.
La proyección fue construir una bicisenda de 3 kilómetros.
De esos 3000 metros, 600 metros serían doble mano y el resto de una mano: el trayecto comenzaría en el Patito Sirirí con una doble vía, pasando por Avenida Etchevehere —frente al Hotel Mayorazgo— y luego por el Rosedal. Después, daría la vuelta por el Anfiteatro por medio de una vía simple, y retomaría la doble vía en la intersección de Gregoria Matorras y Etchevehere.
De todo eso, nada.
A poco de empezar a construirse, los funcionarios cayeron en la cuenta de que obstruía el tránsito vehicular y dejaron todo a poco de empezar. El tramo de bicisenda construida, se levantó. Y no se habló más del tema.
Ahora, durante la administración del intendente Sergio Varisco, en febrero último, otro anuncio: con maqueta pública, se dijo que boulevard Maciá tendría bicisenda.
Y en efecto, se construyó una bicisenda, que está casi terminada. Pero sin uso.
No se sabe bien por qué, la bicisenda no se habilita.
Serán, cuando estén habilitados, 500 metros de extensión de bicisenda sobre Maciá.
Pero la bicisenda no está para el uso.
Se la construyó con un estilo peculiar, con bastones a los costados, y sobre el nivel de la calle.
Pero es imposible transitarla en bicicleta: por tramos, tiene obstáculos y la senda está interrumpida.
Nadie saber a ciencia cierta cuándo se inagurará.
Por ahora, está así, intransitable para los ciclistas.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.