La calle tiene una transitabilidad más o menos decente desde el Hospital de la Baxada Teresa Ratto hasta el complejo del barrio Procrear todavía sin habitar. La calle es General Espejo.

En tramos tiene cordón, en otros, la banquina queda  bastante en desnivel, y ya al cruzar calle Pablo Crausaz se convierte en un camino dificultoso: los vehículos han hecho huella a ambos lados, y evitan transitar por el medio.

Calle Espejo, a partir de Pablo Crausaz, es casi intransitable. Hay pozos en todo el trayecto, y mucha broza, y los vecinos, hastiados del polvillo que levantan los autos, han construido pequeños montículos de tierra a modo de reductores de velocidad.

De modo que el combo resulta fatal. Hay que buscar el sendero menos estropeado para circular, aunque es imposible evitar los «lomos de burro». Más adelante, la calle mejora un poco, y desciende en una lomada amable hasta Juan Baez. Después de Juan Baez es una incógnita que pocos se atreven a descubrir.

En un tramo de General Espejo hay un pasacalles que pide circular con precaución y da cuenta de los problemas de salud en la población por el polvo que se levanta en la calle de broza. Hay también un llamado de atención al intendente Adán Bahl.

Algunos vecinos usan los tapabocas preventivos de la pandemia de coronavirus para cruzar de una vereda a la otra en momentos de alto tránsito: el polvillo que queda suspendido en el aire complica la respiración.

Igual que en este tramo de General Espejo, Avenida Ramírez, al cruzar Luis Noacco, también muestra complicaciones parecidas. Mucho polvo, muchos pozos, complicada circulación.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora