El cartel, pintado de rojo sobre una madera blanca, está puesto en un tacho de plástico y sostenido por una madera. Dice: «Calle cerrada».
La calle que está cerrada es Avenida Ramírez, al sur, casi en la intersección con Crisólogo Larralde. Después de Luis Noacco, Ramírez se vuelve una calle de tierra. Más bien, de broza, y el paso diario de los vehículos, sin aminorar la marcha, ha generado no pocos reclamos de los vecinos por el polvo suspendido que genera problemas de salud.
Hace un mes instalaron pasacalles en toda la zona sur de la ciudad para pedir una solución a la Municipalidad de Paraná.
Ahora, han resuelto pasar a la acción: de un lado, el cartel que indica que la calle está cerrada; del otro, han amontonado ramas de árboles, puestas a modo de barricada. De ese modo, el tránsito ha sido interrumpido.
Pablo Tobare, presidente de la Vecinal de las Américas, explicó que el corte en Avenida Ramírez se dio por el problema derivado de la broza. «Tuvimos una reunión el 5 de noviembre con Gerardo Pastor, que es el director de Conservación Vial de la Municipalidad, y dijo que se está analizando reemplazar la broza por otro material. Pero nos dijo que estaba esperando que le habiliten la compra y hasta el día de hoy no he tenido novedad de eso», indicó el vecinalista.
Pero mientras la solución no llega, el malestar de los vecinos se hace evidente. «Es irrespirable. Por eso, los vecinos ya tomaron la determinación de seguir los cortes. Si la Municipalidad quiere habilitar la calle, pude ir y hacerlo. Pero pasados dos o tres días, si o hay respuesta, van a volver con lo mismo, a cortar. Es decisión tomada hasta que no haya respuestas», explicó Tobare.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora