Es curioso lo que ocurre en la capilla del Seminario Viejo de Paraná.
Es un templo en el que se oye misa a puertas cerradas.
La capilla está ubicada sobre calle Andrés Pazos, en un ala del edificio de la Facultad de Ciencias Económicas que quedó para la curia.
Allí, hasta mediados de la década de 1960, funcionó el viejo Seminario Arquidiocesano, hasta que se trasladó a la zona del Brete.
El templo fue reconstruido, está bien conservada su arquitectura y tiene un carpintería muy cuidada.
La inmensa puerta central, recubierta por una pesada reja, permanece cerrada cuando hay misa.
Por los vidrios de la puerta del frente se puede observar a los fieles en oración, de frente al cura, aunque se ve poco, un viernes por la tarde, día de celebración.
Adentro, ocurre una ceremonia reservada para algunos pocos.
Sólo los parroquianos habituales se enteran de los horarios de los oficios religiosos. El resto, nada, porque hay misa a puertas cerradas.
La capilla tiene nombre: se llama San Juan XXIII.
Es herencia del viejo Seminario que funcionó ahí, antes de que se construyera el Seminario Nuestra Señora del Cenáculo, en El Brete.
El primer Seminario funcionó donde ahora está la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad de Entre Ríos, en la manzana rodeada por calles La Rioja, Urquiza, Ferré y Andres Pazos. Una manzana completa.
Sobre calle Andrés Pazos, quedan vestigios de aquello: la capilla del seminario viejo, que sigue abierta, compartiendo edificio con la Universidad.
Ese edificio se empezó a construir en 1896. Se inauguró el 22 de febrero de 1899, siendo obispo Rosendo de Lastra y Gordillo.
A mediados de la década del 60 el lugar fue ocupado por la Universidad.
El Seminario Menor, donde se formaban los adolescentes en una secundaria orientada al sacerdocio, fue reubicado en el Centro Mariápolis El Salvador, hasta que fue trasladado al Seminario Nuestra Señora del Cenáculo, de Avenida Don Bosco.
Uno de los que se formó en el Mariápolis fue el cura Justo José Ilarraz, a punto de ir a juicio oral por los abusos ocurridos en el Seminario entre 1985 y 1993.
Ilarraz se formó en lo que se llamana el Seminario Menor, el secundario orientado al sacerdocio con internado. Ingresó Ilarraz el 14 de marzo de 1970, con 11 años. Entonces, el Menor funcionaba en lo que hoy es el Centro Mariápolis, en la extensa zona de El Brete. En 1973, el Menor se trasladó al Seminario.
El primer Seminario, en tanto, es ahora sede universitaria, y el ala pequeña que quedó reservada al clero, es un coto cerrado para cualquier forastero que no forme parte de la reservada feligresía habitual, que oye misa a puertas cerradas.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.