«Ya entramos en la ridiculez», resume el abogado José Velázquez a los últimos giros que ha dado la megacausa penal que investiga las contrataciones truchas en el seno de la Legislatura entrerriana a lo largo de la última década -entre 2008 y 2018- y que habría provocado un perjuicio al Estado del orden de los $2.000 millones, cuyo destino, sin embargo, se desconoce.
«Día a día, esta causa va generando sorpresas. Y ya tomó el caracter de una telenovela venezolana», agrega, en tono mordaz, el abogado que defiende a quienes son considerados los «reclutadores» y «recaudadores» de lo que la Fiscalía entiende como una «organización delictiva», cuya cabeza no ha podido ser identificada de momento, Hugo Mena, Flavia Beckman, Esteban Scialocomo, entre otros.
Abogado José Velázquez.
El último eslabón de esta cadena de hechos insólitos fue el robo de más de 1.000 cheques que una empresa de transporte traía desde una depósito de una firma encargada de administrar archivos del Banco de Entre Ríos, desde Rafaela a Paraná. El robo ocurrió en inmediaciones de una zapatería de calle Provincias Unidas, lugar donde el transportista paró para descargar un envío. Nadie sabe cómo ocurrió el robo, ni quién fue el autor, ni con qué fines se produjo.
Pero este lunes, Hugo Mena, que vive en proximidades de esa zapatería donde fue el robo -en calle Isidoro Almeida- decidió presentarse en la Fiscalía de forma espontánea y pedir que se lo deslinde de cualquier sospecha de estar involucrado en ese robo. “A los fines de ejercer mi derecho de defensa y proteger mi buen nombre, es que solicito tomar vista del legajo para chequear , controlar y colaborar en materia probatoria para el descubrimiento de la verdad real”, dice una parte de la presentación que hizo junto a sus abogados José Velázquez y Hugo Franchi.
El abogado Velázquez dijo, en declaraciones al programa Puro Cuento de Radio Costa Paraná 88.1, que la investigación penal sólo apunta a los «perejiles» de la supuesta organización, y que el trámite, así como está, jamás podrá llevar a juicio.
«Para poder atribuirle la responsabilidad de toda esta operación a Mena, lo convirtieron en una especie de CEO de esta organización mafiosa, según la Fiscalía. Y ya no bastó que sea el CEO, sino que además parecería que Hugo Mena tiene la organización y la logística de una suerte de piratería del asfalto para el robo de esos cheques. Ya estamos llegando a niveles de una ridiculez total», analiza.
La imputación fiscal dice que “Flavia Marcela Beckman. Hugo Ruben Mena, Hugo Américo Luna (fallecido), Esteban Ángel Alberto Scialocomo, María Victoria Alvarez Jorge Pablo Balladares, Jazmín Mena Gioveni, Fernando Gastón Sarnaglia, María Macarena Alvarez, Viviana Giselle Mena Gioveni, Alejandro Rubén Ferreyra, Alfredo Bilbao, Roberto Ariel Faure, Sergio Esteban Cardoso, Gustavo Hernán Pérez, Juan Domingo Orabona, y otras personas con funciones públicas, hasta el momento no identificadas, tomaron parte en una organización que se ocupaba de sustraer dinero del patrimonio de la Legislatura Provincial, a través de la realización de contrataciones de obra en nombre de ambas Cámaras, con personas que no realizaban ninguna prestación a favor del Estado, y percibían una ínfima parte de los honorarios pactados, quedando el resto de ellos en poder de la organización.- Esta actividad, habría comenzado en el ámbito de la Cámara de Senadores de la Provincia en enero de 2008, con un número aproximado de 100 contratos, que ascendían a pesos $4.500, continuando hasta la fecha del descubrimiento del hecho -20/09/18- con un constante ascenso del número y monto de las contrataciones, hasta alcanzar la suma de $50.000 por vínculo”.
Hugo Mena.
Nada hay en la causa que aluda a los responsables políticos de esa maniobra. Sólo están los «perejiles», según la calificación del abogado Velázquez, y la pretensión, agrega, de convertir a Hugo Mena, uno de los encargados del trabajo de campo en la logística de los contratos en la Legislatura, en una especie de cerebro de la organización.
En esta instancia de la investigación, asegura, no se puede elevar la causa a juicio oral.
«El problema es en qué instancia cierran la investigación. La Fiscalía ya planteó la existencia de una suerte de organización, una asociación ilícita que trabajó durante diez años para extraer fondos de la Legislatura. Hay que presentar una acusación acorde a ese hecho. Si se corta en este momento la cauas, Hugo Mena sería entonces el CEO de esa organización», afirma.
El incidente «Huevo Feliz»
Velázquez anota dos hechos que le llaman la atención que convierten, a su criterio, en un culebrón a la investigación penal por los contratos: el robo de los cheques y la eventual imputación a su cliente, Hugo Mena, como responsable de ese hecho; la incursión de desconocidos en la casa de Esteban Scialocomo, yerno de Mena, el domingo a la noche, sólo para revisarle papeles y robarle un celular, y, además, el incidente «Huevo Feliz».
Se refiere a aquella situación creada a partir de una presentación que hiciera el abogado Milton Urrutia en la causa de los contratos.
La noche del domingo 23 de junio, cuando el juez de Garantías Mauricio Mayer decidió rechazar un segundo pedido de prisión preventiva para Mena luego de la aparición de documentación supuestamente comprometedora que habría ocultado, el fiscal Ignacio Aramberry habló ya de «telenovela venezolana».
Entones, el fiscal Aramberry planteó similitudes entre lo que aportó Urrutia y una “telenovela venzolana”. El abogado dijo en la Justicia que alguien que no conoce dejó en la puerta de su casa una caja con documentación. Esa caja, con la inscripción “Huevo Feliz”, contenía 92 talonarios de factura C de diversas personas contratadas con contratos de obra en la Legislatura, y 26 hojas de cuaderno cuadriculadas, “que refieren, tal como los cuadernos secuestrados en el primer allanamiento, a nombres, personas, períodos, recaudación, y entrega del dinero recaudado. Se analizó, se extrajeron fotografías, se hizo análisis”, detalló.
Se analizó caligráficamente esos escritos y se concluyó que era de puño y letra de Mena, y por eso se lo allanó. En ese allanamiento, detalló el fiscal, se encontró nueva documentación en el domicilio de Mena “que nunca había sido encontrada”.
“Existió ocultamiento. Esa documentación no estaba en los allanamientos anteriores. La documentación se encontraba en cajas. Alrededor de 6 cajas, con muchos papeles adentro. Es imposible que esto haya sido obviado en los tres allanamientos anteriores”, dijo Aramberry, y recordó un chat de whatsapp entre Mena y Gustavo Pérez, exdirector del Servicio Administrativo Contable del Senado. En ese diálogo refieren al primer allanamiento y aluden a documentación resguardada en un galpón de cuya existencia la Justicia todavía no ha podido dar cuentas.
Ya entonces, y con su habitual ironía, el abogado José Velázquez dijo que “están convirtiendo a un perejil en un CEO de una asociación ilícita, que durante 10 años se llevó el 40% del presupuesto de la Legislatura. Mena no tiene cómo entorpecer. Es lo más transparente que hay”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.