Ahora es un trabajo de albañilería mal acabado, sin el revoque, con una superficie tosca, una columna que prometió ser algo pero que terminó ser otra cosa, un obstáculo en medio del verde del Parque Urquiza.
Cuando se lo instaló, en otro sitio, en medio de una avenida muy transitada, generó lo esperable: mucha incomodidad, demasiadas preguntas, y la inquietud manifiesta por los modos cómo se deciden ocupar espacios públicos para asuntos que no lo son del todo.
El periodista Jorge Riani alertó sobre el adefesio que cobraba altura frente a la gran estatua del General Justo José de Urquiza. Lo primero que se logró cuando el tema se hizo público es que se lo corriera de lugar. La columna de los masones se reubicó a un costado, en un sitio incómodo e insólito, y ahí quedó, a mitad de camino. Casi en el abandono.
El monumento fue gestionado y aportado a la ciudad por la Asociación Civil Filantrópica “La Acacia”, entidad miembro de la Masonería Argentina. “Se fijarán figuras representativas de nuestra orden, como por ejemplo la Libertad, Igualdad y Fraternidad, hojas de acacias, la escuadra y el compás”, dice el estudio presentado ante la Municipalidad de Paraná. Ahora, no hay nada de eso: es una columna desnuda y maltrecha, puesta en un lugar no se sabe para qué ni si tendrá futuro.
Según escribió Riani en noviembre pasado en El Diario, en el expediente iniciado ante el Palacio Municipal se habla de que “es un obsequio a la ciudad que ofrece la Masonería Argentina”. En las placas se observan números ordinarios, notas musicales, hojas vegetales, también la clásica alusión masónica vinculada a la construcción o a la albañilería. Además hay una figura alegórica que muestra una mujer con ojos vendados, que bien puede aludir a la Justicia.
Los dibujos que forman parte del expediente municipal muestran que el monumento estará ornamentado con los símbolos más clásicos de las logias masónicas: el compás con la letra G, sobre la columna, y también el triángulo con el ojo en el centro, dispuesto en un enrejado que circundará a la columna.
Cuando la logia de Paraná –una de las que actúa en el seno de la masonería en la capital entrerriana– hizo el ofrecimiento de levantar el símbolo, desde el Departamento Ejecutivo Municipal se realizaron consultas urbanísticas que recayeron en el director del Museo Municipal, arquitecto Carlos Menu-Marque, que tiene también a cargo el área de monumentos de la ciudad.
Luego de algunas consultas, el Municipio reparó en las medidas y para evitar que se obstaculice la vista del Monumento a Urquiza, se decidió quitarle unos veinte centímetros sobre los 80 originales que iba a tener la columna.
La intención de levantar la simbología fue anticipada al intendente Sergio Varisco en una audiencia que los miembros de la Masonería pidieron el 17 de mayo de 2016. Allí se ofreció “como obsequio a la ciudad, la instalación y mantenimiento de un monumento masónico para ser plantado en la plazoleta que está delante del Monumento al General Justo José de Urquiza, nuestro más ilustre masón entrerriano”, dice una carta de “La Acacia”, fechada el 4 de agosto de 2016, y que ahora se hace pública con esta nota.
Pero mudada de lugar, la columna parece haber quedado en el olvido, y su construcción, trunca.
¿Seguirá así?
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.