–¿Usted le cree a los chicos?

–En principio, sí. No tengo ningún motivo para no creerle.

La respuesta la dio el abogado sacerdote Silvio Fariña Vaccarezza, instructor en todas las investigaciones eclesiásticas que ordenó la Iglesia ante cada caso de abuso sexual en la que se ha visto involucrado un miembro del clero.

Quien lo interpeló fue Nancy Ruiz Díaz, mamá de dos chicos que denunciaron al cura Juan Diego Escobar Gaviria en la Justicia por abusos.

El diálogo se produjo el 10 de marzo, cuando la investigación canónica de la Iglesia sobre el caso Escobar Gaviria daba sus primeros pasos. Esa charla fue grabada y es un testimonio clave que ayuda a conocer  la postura de la Iglesia sobre las denuncias que pesan sobre el cura, pero que rara vez hace pública.

 

Antecedentes


 

Fariña fue el sumariante en la investigación que ordenó realizar el arzobispo emérito Estanislao Estaban Karlic en 1995 cuando supo de las primeras denuncias por abuso contra el cura Justo José Ilarraz. Fariña y Karlic en persona tomaron declaración a las víctimas, a quienes hicieron jurar decir la verdad y que guardarían secreto de todo cuanto contasen allí.

Así ocurrió. Toda esa investigación recién salió a la luz en 2012, cuando la causa Ilarraz llegó a la Justicia tras la denuncia de las víctimas.

El 5 de julio de 1995, el hoy cardenal Karlic firmó un decreto por el que encomendó al abogado sacerdote Fariña Vaccarezza “la realización de una investigación cautelosa” sobre Ilarraz a partir de las sospechas de que hubiese cometido “delitos graves” mientras integró el equipo de superiores del Seminario Arquidiocesano.

Lo hizo con una recomendación: que una vez concluida la investigación, que debía ser hecha “con el mayor sigilo”, y resuelto cómo actuar sobre Ilarraz, todas las actuaciones se guardasen “en el archivo secreto” de la Curia. El día 24 de julio Karlic designó al sacerdote Luis Zanitti, ya fallecido, promotor de justicia y le asigna la tarea de revisar lo hecho por Fariña Vaccarezza en el caso Ilarraz; cinco días después, Zanitti informa a Karlic que se había actuado bajo normas, y recomienda elevar todo a Roma.

Concluido ese proceso interno, de forma rápida, Karlic firmó el 18 de diciembre de 1996 un decreto sin numerar por el que dispuso una sanción muy leve: sólo le prohibió al cura “venir y permanecer en el territorio de la Arquidiócesis de Paraná, así como tener comunicación de cualquier tipo con los seminaristas”.

Ahora Fariña Vacarezza está al frente de otra investigación eclesiástica: a partir de las denuncias por abuso contra el cura Juan Diego Escobar Gaviria, mientras fue párroco de Lucas González, la curia ordenó apartarlo del servicio activo y le inició un sumario.

Los oficiales de justicia son Fariña Vaccareza y como notario, el cura Ariel Follonier.

Ambos viajaron el 10 de marzo de 2017 a Lucas González y tomaron declaración a Nancy Ruiz Díaz, mamá de dos chicos que denunciaron a Escobar Gaviria. La mujer escuchó con paciencia los argumentos de Fariña, siguió con atención la tarea aplicada de escribiente de Follonier, y cuando este último acabó de leer el acta, hizo la pregunta.

Nancy Ruiz Díaz le preguntó a Fariña Vaccarezza si le creía a los chicos, si le creía a sus dos hijos, y a los hijos de otras mamás que denunciaron lo imposible: el abuso por parte del sacerdote en quien habían confiado. “Nosotros, con ningún chico hemos hablado”, se excusó primero el enviado de la curia a Lucas González.

Nancy Ruiz Díaz insistió. Y entonces Fariña Vacarezza respondió: “En principio, sí. No tengo ningún motivo para no creerles. No tiene ningún sentido que usted mienta por ellos. “

Escobar Gaviria tiene cuatro denuncias por abuso –tres casos de corrupción agravada, uno de abuso sexual agravados todos por la condición del abusador, sacerdote– y en la segunda mitad de agosto será llevado a juicio ante el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay. Ese tribunal está compuesto por María Angélica Pivas, Darío Crespo y Javier Cadenas.

El sacerdote fue párroco de San Lucas Evangelista, de Lucas González, departamento Nogoyá, entre 2005 y finales de octubre de 2016 cuando suspendido por la Iglesia tras el inicio de la investigación judicial. Desde entonces, está alejado de la vida pública eclesiástica y tiene prohibido oficiar misas.

Desde el 21 de abril está encarcelado, y en esa situación seguirá al menos hasta el próximo 28 de agosto, cuando se prevé la finalización de las audiencias en el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay.

Pero en paralelo, la investigación eclesiástica no ha dado muchas pruebas de avance.

El 26 de junio último, Entre Ríos Ahora reveló un texto que resumió cómo la Iglesia somete a proceso a sus sacerdotes acusados por pedofilia.

“En el penal N° 5 de Gobernador Febre sito en Vélez Sarsfield 880 de la ciudad dee Victoria, provincia de Entre Ríos, Argentina, a los 5 días del mes de junio de 2017, siendo las 11:50 hs se hacen presentes el instuctor Pbro Silvio Fariña y el Notario Pbro Ariel Oscar Follonier para informarle al Pbro Juan Diego Escobar Gaviria que en el marco de la Investigación Preliminar de la Iglesia ha iniciado están dispuestos a oír su palabra sobre ello.

“El padre Juan Diego manifiesta que en esta instancia –aconsejado por sus asesores en Derecho Canónico los cuales quieren estar presentes en este acto– prefiere no hacer ninguna declaración al respecto.
“No habiendo para más, se da por concluido el acto siendo las 12:00 hs”.

Ese fue el intento de declaración de Escobar Gaviria que, va de suyo, nunca fue.

Escobar Gaviria nunca les dijo nada a los enviados de la curia, Fariña y Follonier, los mismos que admitieron que le creen a las víctimas y, se supone, nada le creen al cura.

 

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.