
Por Nadia Burgos (*)
Estamos en la antesala de un nuevo Día Internacional de la Mujer Trabajador. Desde hace 4 años, este día se convirtió en huelga mundial.
Es que el sistema capitalista y patriarcal que ya no tiene nada que ofrecer más que precarización de la vida, destrucción ambiental y violencias, reserva para las mujeres y disidencias una mayor explotación y opresión.
En nuestro país, esto se vive desde la feminización de pobreza hasta la expresión más brutal: una mujer muerta por feminicidio cada 22 horas.
En lo que va del 2020, hay más feminicidios que días transcurridos. En este contexto, la angustia se hace casi insoportable frente a la desaparición de Fátima Acevedo.
Los días pasan y sale a la luz la expresión más real de experiencias de las mujeres víctimas de violencia de género. Mediante audios que le mandó a la amiga, se puede escuchar a Fátima decir: «Cuando termine muerta por culpa de él, puede ser que la Policía y el Juzgado hagan algo, mientras tanto vamos a tener que seguir pagando las consecuencias con el gordo».
Esas consecuencias que relata Fátima son la ausencia de políticas reales y con perspectiva de género que permitan dar respuestas reales ante éstas situaciones. Fátima había pedido ayuda innumerables veces, hay denuncias previas, incluso estaba alojada en un «refugio» de nuestra ciudad.
Hoy exigimos a la misma Justicia, a Bordet y a la ministra de Gobierno, Rosario Romero, que no estuvieron a la altura, que la busquen y les advertimos que estamos en alerta porque estamos hartas de vivir en este mundo que nos violenta, nos desaparece y nos mata.
Nuestra provincia aún no tiene una reglamentación plena de la Ley Nacional N° 26.485, que es la ley anti violencias. No se destina un presupuesto acorde a la emergencia que estamos viviendo y este también es un problema nacional, porque mientras la prioridad sigue siendo el pago de una deuda ilegítima e ilegal, el presupuesto que necesitamos no va a llegar.
Y esto se expresa concretamente en la inacción frente a las denuncias. También nos alarma que ante la desaparición, las autoridades municipales del refugio no hicieran pública la búsqueda de inmediato.
Sabemos que las primeras horas son fundamentales así como la presión social es central para romper los resortes patriarcales que operan y que nos siguen invisivilizando aún cuando la realidad grita que esto ya no se aguanta más.
Queremos que Fátima aparezca ya! Queremos y luchamos por un mundo libre de todas las violencias. En las jornadas de lucha del 8 y 9M llenaremos las calles por la aparición de Fátima y por todas las víctimas de violencia. Marcharemos por la aplicación real de la ESI como herramienta de prevención de la violencia de género. Presupuesto real para la atención y prevención de las situaciones de violencias. Creación de espacios de cuidado de la primera infancia como forma de socialización de las tareas de cuidado. Una democratización de la justicia y capacitación en todos los efectores del Estado, control social y de las organizaciones feministas de los refugios. Porque libres y vivas nos queremos y porque la deuda es con nosotras seguiremos en lucha!
(*) Nadia Burgos es militante feminista, y referente del Movimiento de Trabajadores al Socilismo (MST) – Nueva Izquierda.