“Se informa a todos los docentes que deberán pasar por Dirección de Recursos Humanos (3er Piso) o Dirección de Informática y Sistema (Sage, 1er Piso) a completar su Legajo con la huella y rostro”.
El cartel está puesto en uno de los pasillos del Consejo General de Educación (CGE), más precisamente en el primer piso, donde está el área de Liquidaciones de Haberes: por allí pasan a diario muchos docentes, y hacia ellos está dirigido el mensaje.
De ese modo, Educación da señales de que está la voluntad firme de avanzar con el sistema de control facial en las escuelas como método de bajar el altísimo nivel de ausentismo que se registra en la provincia. La Ley de Presupuesto establece que el índice de suplencias no debe superar el 8% de la planta total, pero hay meses que trepa hasta el 40%.
En realidad, ya hay escuelas “muestrales” para aplicar ese “control facial” de la asistencia diaria de los docentes. Una de las instituciones que ya anunció oficialmente a su planta docente de la inminente instrumentación de esa novedad es la Escuela Normal Ramón de la Cruz Moreno, de San José de Feliciano. «Hay comunicación oficial del inicio del control facial, pero no le han puesto fecha todavía», dice una docente que habló con Entre Ríos Ahora.
En Feliciano, la directora departamental de Educación, Ester González, dirige la política educativa con mano de hierro y hace un mes tuvo un duro altercado con docentes durante un curso de capacitación.
El nuevo sistema de registración facial –ya no dactilar, que es el que existe hoy en el nivel central de Educación—ya fue anunciado a todos los funcionarios durante el verano, y volvió a cobrar lugar en la agenda pública a partir del 21 de agosto, cuando se conocieron declaraciones del titular del CGE, José Luis Panozzo, que dio cuenta de que en la provincia ya hay 100 equipos listos para instalar.
El nuevo sistema de control de ausentismo, dijo Panozzo, reemplazará al actual mecanismo de liquidación de los sueldos, que viene teniendo varios inconvenientes. Y que el cambio, aseguró, está pensado para toda la planta docente de Entre Ríos, que suman “55 mil en toda la provincia”, según datos del funcionario.
El titular del CGE dijo que el organismo tiene esa solución. “Ahora, tenemos que consensuarla, porque podría haber algún tipo de resistencia a la solución definitiva para evitar los inconvenientes en la carga”, aseguró y aclaró que el camino sería “la instalación de relojes en las escuelas para tener on line la asistencia de los docentes directamente”. Pero dijo que deberá ser la impresión facial y no dactilar, porque ese último mecanismo tiene fallas. “El de las huellas del dedo trae problemas. Hemos tenido problemas en el CGE con ese control. Pero el control facial es la solución. Esto lo usa la mayoría de las empresas privadas”, apuntó.
El sistema requiere, con condición sine qua non, que la escuela que resuelva adherir al sistema de control facial –la lectura del rostro como identificación de cada docente—deberá contar con buena conectividad a internet. De ese modo se podrá conectar directamente con el área central del Sistema de Administración de Gestión Educativa (Sage). Ese mecanismo sirve hoy para el control de ausentismo docente pero basadas en planillas que deben confeccionar los directivos, los rectores o el personal administrativo de las escuelas. Con el control facial a implementar, se eliminará la papelería.
Una fuente del CGE dijo que aún con esos anuncios, la prueba piloto se hará sólo a requerimiento de cada escuela. “Se instalará el sistema en aquella escuela que lo pida. Ya hay escuelas que pidieron la instalación y con esos vamos a avanzar. A ninguna se les va a imponer nada”, aseguró.
Y aclaró que la tecnología fue adquirida por la provincia a partir de una asistencia financiera que brindó el Ministerio de Modernización de la Nación.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.