En la Facultad de Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos (UNER) se llevó a cabo una asamblea de profesores para evaluar la crítica situación que atraviesa la educación superior.
La convocatoria se realizó en el marco de la quinta semana de paro, que llevan adelante los sindicatos del sector y que tiene prácticamente paralizada la actividad en las 57 casas de altos estudios en todo el país con más de 55 sedes académicas tomadas por los estudiantes.
Justamente, Ciencias de la Educación y Trabajo Social en Paraná son dos de las unidades académicas en donde el alumnado ha tomado las riendas de la protesta contra el recorte de partidas presupuestarias nacionales para las universidades y ha logrado instalar el conflicto en la opinión pública.
La disputa incluye como punto fuerte el pedido de recomposición salarial de los docentes, que han recibido por parte de la patronal una propuesta que representa casi la mitad de la meta de inflación anual proyectada que hoy ronda el 40%.
Así las cosas, los estudiantes han ocupado los espacios académicos y han llevado a la calle clases abiertas y una diversidad de actividades para poner en debate el financiamiento de la educación superior.
Justamente, en estas circunstancias se realizó una reunión en Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de Entre Ríos este martes 4 de septiembre. El encuentro contó con una concurrencia inédita de más de 80 docentes de la casa, aunque los puntos puestos en discusión parecen haber abierto una grieta en el cuerpo.
Resulta que en el encuentro, convocado para evaluar por departamentos y cátedras cómo se atraviesa la situación, un importante grupo de profesores planteó como problema que quieren dar clases en las aulas y que se ven impedidos porque la Facultad está tomada. Se expresaron molestos e incómodos con la situación.
La discusión caló hondo porque hizo visibilizar un hecho contradictorio. Mientras la Asociación Gremial de Docentes Universitarios (AGDU) y el Sindicato de Trabajadores Docentes Universitarios de Entre Ríos (Sitradu) han decretado huelga y apoyan la toma de las Facultades, un grueso de docentes no está de acuerdo con la medida de fuerza que mantienen los sindicatos y se mostró en disconformidad con la decisión tomada por los estudiantes. Uno de ellos, incluso, expuso abiertamente que si no le dejaban dar clases realizaría una denuncia policial.
Lo que era un rumor en los pasillos estalló como una bomba y se exhibieron las posiciones antagónicas. La situación se resolvió transitoriamente con tres mociones que pasaron a votación entre los presentes. Con 41 votos la ganadora, con amplio margen por sobre las otras dos, resolvió establecer un diálogo con los estudiantes para que se “rediscuta la modalidad de la toma” y así poder “utilizar los espacios públicos como las aulas” (sic).
La moción triunfadora finalmente se elevó este miércoles 5 a la asamblea que los estudiantes diariamente realizan en la toma de la Facultad de Ciencias de la Educación. Allí, muchos alumnos no salían de su asombro ante la propuesta de los docentes, frente a lo cual aclararon que nunca le fue cercenada a los docentes la posibilidad de dar clases, públicas y en la calle. Les pidieron a los profesores nuevamente sumarse con acciones, aguzar el ingenio e insistieron en que apoyen la toma como medida de protesta.
Así, no hubo una respuesta formal. Los estudiantes de la Facultad de Educación continuarán por ahora con la ocupación del edificio. La asamblea se fue diluyendo y mientras los estudiantes ya se preparaban para el acampe de la noche, se vio el peregrinar de caras largas entre los docentes, tanto en los que llevaron la idea de levantar la toma, como en los se oponían, por una diferencia que lejos está de saldarse.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora