La Iglesia apela a la liturgia para recuperar la posesión del edificio donde funcionó el Asilo San Antonio, contiguo a la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, en Paraguay e Italia, vendido por la comunidad de las Hermanas Terciarias Franciscanas de la Caridad al médico odontólogo Jorge Sapetti.
El Ministerio Público Fiscal desestimó la denuncia por usurpación que había planteado el arzobispo Juan Alberto Puiggari contra Sapetti, que hace un año cerró trato inmobiliario con las franciscanas. De ese modo, se cerró el camino de la Justicia penal para recuperar esa propiedad que la curia disputa.
En ese marco, ahora la comunidad de la parroquia Nuestra Señora de la Piedad convocó a la comunidad a una jornada de rezos y adoración. “Una comunidad despojada. Despojada del lugar de pastoreo. No despojada del amor que nos mueve y del ardor del servicio”, dice la convocatoria.
La jornada del viernes 26 tendrá, a las 17, una misa de la Preciosísima Sangre; a las 18, la adoración al Santísimo; y a las 19, procesión con el Santísimo alrededor de la manzana en la que se ubica el templo.
Como informó Entre Ríos Ahora, la fiscal María Jimena Ballesteros resolvió oficialmente desestimar la denuncia por usurpación que presentó el viernes último el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, contra el médico odontólogo Jorge Claudio Sapetti por el litigio creado en torno a la propiedad del edificio que ocupó el Asilo San Antonio, ubicado en Paraguay e Italia, contiguo a la parroquia Nuestra Señora de la Piedad.
La Fiscalía constató que no se verificó el delito de usurpación por parte de Sapetti, quien aportó documentación que prueba que adquirió ese inmueble, el cual le fue vendido por la comunidad Hermanas Franciscanas Terciarias de la Caridad, que supieron tener actividad en Paraná pero que ya no: sólo queda una sola religiosa que ocupa una segunda propioedad, que comparte con la casa parroquial de Nuestrra Señora de las Piedad.
«Que analizando el caso -dice la fiscal Ballestero en su resolución-, y a los fines del juicio de adecuación corresponde subsumir el suceso denunciado en el delito de Usurpación -artículo 181 del Código Penal- figura que requiere para su configuración que el despojo ( total o parcial) de la posesión o tenencia de un inmueble se produzca por los medios enumerados taxativamente por la ley, esto es violencia, amenazas, engaño, abuso de confianza o clandestinidad». Pero esos presupuestos no se dieron en el caso del exAsilo San Miguel.
«Respecto a ello cabe concluir que por medio de las diligencias practicadas en la presente investigación, no ha podido ser acreditado que el ingreso o mantenimiento de Sapetti haya ocurrido a través alguno de las formas o medios comisivos establecidos por la ley para la figura en cuestión. Por otro lado, obra dentro de la documentación aportada por el Sr. Sapetti, autorización firmada por la Madre Superiora de la congregación, Marta Quipildor -fechada el 17 de julio del corriente- autorizando el ingreso a la propiedad al adquirente (por lo que no podría en el caso hablarse de usurpación cuando el comprador hace ingreso autorizado por el vendedor)», señala.
En su resolución, la integrante del Ministerio Público Fiscal sostiene que «del acta de constatación -que realizaron efectivos de la Comisaría Primera-, no hay elementos que acrediten tales conductas y se encuentra agregada a la presente documentación -aportada por el adquirente del inmueble- de la contratación que efectuara con las entonces dueñas de la propiedad -las Hermanas Franciscanas-. Que en caso de que el denunciante considere tener un legítimo título para oponerse a dicha contratación, deberá articularlo en el fuero respectivo, es decir, el fuero civil o en su defecto hacer la presentación que corresponda ante las autoridades eclesiásticas».
Fue en el marco de la denuncia que presentó el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, junto a los curas de la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, Mario Alberto Haller y Horacio Alejandro Correa, contra el odontólogo Jorge Claudio Sapetti, por el delito de usurpación luego de haber tomado posesión del edificio que ocupó el Asilo San Antonio, en Paraguay e Italia, y que habría sido transferido mediante una operación inmobiliaria por la comunidad de las religiosas Franciscanas Terciarias de la Caridad.
En la presentación judicial –con el patrocinio del abogado Mario Martínez- la curia hace un recorrido histórico de ese edificio que se levanta contiguo a la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, y señala: “En el año 1965, monseñor Adolfo Servando Tortolo crea la parroquia Nuestra Señora de la Piedad, procediendo posteriormente el Instituto Hermanas Franciscanas Terciarias de la Caridad a donar el inmueble donde se halla construido el templo”.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora