El obispo de Concordia, Luis Armando Collazuol, impuso el silencio al cura Pablo Méndez, vicario de la Parroquia Inmaculada Concepción, de Federación, quien fue denunciado por violencia de género.
La periodista Soledad Guirado, de FM Omega, tuvo un entredicho con el cura por el manejo patrimonio de la Asociación San Francisco de Sales, la sociedad civil que tiene el manejo de la Escuela Privada N° 121 desde que las «monjas azules», las franciscanas, abandonaron la ciudad.
En esa escuela, Méndez es asesor espiritual, y el 24 de noviembre último fue a oficiar una misa de fin de ciclo lectivo. La Escuela N° 121 tiene el mismo nombre que la parroquia: Corazon Inmaculado de Maria. Pero no es parroquial. La dirigen laicos. Esos laicos formaron una asociación civil, y según un grupo de padres, hay serios problemas en su manejo financiero.
Se lo hicieron notar a la diputada provincial Gabriela Lena (Cambiemos), que hizo un pedido al Ejecutivo para que organismos como la Dirección General de Personas Jurídicas respondan los escritos ue han presentado los padres. Quieren saber la situación jurídica de la Asociación San Francisco de Sales.
Ese accionar del grupo de padres molestó al cura Méndez, que en esa misa de fin de ciclo lectivo, les dedicó una parte de su homilía. La homilía la dio en un lugar prestado adonde los chicos dan clase, porque el edificio de la Escuela N° 121 fue clausurado en 2015 por problemas estructurales.
Funciona en un anexo del Instituto Sagrada Familia.
Con tono destemplado, el cura Méndez se dirigió a ese grupo de padres quejosos, que incluso han ido a depositar el monto de la cuota de sus hijos a la Justicia hasta que se aclare qué destino tienen los fondos, cómo se invierten, de qué modo funciona la economía de la escuela.
Con un tono evangélico vidrioso, el sacerdote aludió a ellos como «un grupo mínusculo de padres, que en lugar de aportar y ayudar ponen palos en la rueda».
«Les agradezco a los padres que verdaderamente brindan todo lo que tienen, recen para que se solucione esto», dijo, y «esto» es la situación edilicia de la escuela, que en 2017 iniciará el ciclo lectivo en lugar prestado.
«Les agradezco verdaderamente a los padres que dan todo lo que tienen, que rezan para que se solucionen estos conflicos», dijo en su homilía el cura, dividiendo entre réprobos y elegidos.
«A ustedes padres, que se juegan de verdad, muchísimas gracias, gracias, gracias. No me queda más que gratitud. Esta acción de gracias no va para aquellos padres que hacen problemas. Ni siquiera dialogo con esos padres», dijo.
Los dichos del cura fueron grabados por un periodista de FM Omega presente en el acto de fin de curso y los puso al aire en el programa «El primero de la mañana», del que participa Soledad Guirado, madre de un nene que este año concluyó la primaria en la Escuela N° 121.
El cura se enteró, y entonces empezó un acoso verbal hacia la periodista. Primero, en el acto de colación de su hijo; después, cuando fue por un trámite a la sacristía de la parroquia. La última frase que la periodista escuchó del cura le sonó a amenaza: «Guarda con decir mañana algo en la radio porque te mando una carta documento, no sabes con quién te metiste”.
Entonces, decidió hacer público el incidente. Fue a la Jefatura Departamental de Policía, y se entrevistó con el jefe Nelson Vega, y allí le recomendaron que cabía una denuncia por violencia de género laboral institucional. Eso hizo. Relató las agresiones que soportó del sacerdote.
La denuncia recayó en el despacho del Juzgado Civil y Comercial de Federación, a cargo Alejandro Daniel Rodríguez, que sin escuchar a la denunciante, decidió descartar la denuncia. El juez decidió girar la presentación a las fiscales Josefina Penón y Fanny Kern, de quien de momento no se tienen novedades.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.