La Iglesia Católica de Entre Ríos ya empezó a sentir el cimbronazo que supuso la seguidilla de escándalos de pedofilia que sacude sus estructuras y que ha puesto a tres de los suyos en el banquillo de los acusados en los Tribunales ordinarios.
Un síntoma de esa situación es lo que ha ocurrido con la colecta de Cáritas, que tuvo lugar en junio último y cuyos resultados muestran una fenomenal caída de la recaudación. Quizá por eso la jerarquía eclesiástica se mostró cauta al mostrar los resultados: sólo lo hizo en el muro de Facebook de la curia, pero no emitió ningún comunicado a los medios.
“En nuestra Arquidiócesis el total obtenido durante la colecta anual de Cáritas 2017 fue de $ 1.943.158, lo que representa un incremento del 14,43 % respecto del año 2016”, informó la Iglesia.
Hay un dato que se olvidó de destacar. En 20016, y respecto a 2015, el aumento en el monto recaudado había sido del 27,77%. “En la Arquidiócesis de Paraná, el total obtenido durante la Colecta Anual de Cáritas 2016 fue de 1.698.072,81 de pesos; lo que representa un incremento del 27,77% respecto del año 2015”, fue la evaluación el año último.
La tendencia, en realidad, venía marcando una línea ascendente en la recaudación. En 2015, por ejemplo, y en comparación con lo que se recaudó en las misas del fin de semana de la colecta de Caritas, se recaudó una suma de $1.328.982,93, lo que representó un incremento del 28,63% respecto del año 2014.
Antes también había ocurrido lo mismo. En 2014 Cáritas recaudó en la diócesis de Paraná –que abarca media provincia de Entre Ríos, y llega hasta el departamento Federal—un monto de $1.022.927, 24; lo que representó un incremento del 27, 49%, respecto de 2013.
Pero este año el aumento fue mínimo: apenas del 14,43%.
En medio, claro, la Iglesia Católica ha estado cruzada por causas penales que tienen a tres de los suyos contra las cuerdas: el cura sanador Juan Diego Escobar Gaviria fue condenado el miércoles 6 por la Justicia a 25 años de prisión por abusos y corrupción de menores.
El 13 de noviembre, en tanto, otro cura, Justo José Ilarraz, se sentará en el banquillo de los acusados. Ese día se iniciarán los debates en el juicio oral en Paraná que se extenderán hasta principios de diciembre. Desfilarán más de 70 testigos, entre ellos las tres últimas cabezas de la Iglesia de Paraná: Estanislao Karlic, Mario Maulión y Juan Alberto Puiggari.
Resta, luego, que la Justicia ponga fecha al juicio al cura Marcelino Ricardo Moya, también acusado por corrupción y abuso sexual a menores. La investigación penal preparatoria ya fue cerrada por la Unidad Fiscal de Villaguay, y el caso se elevó a juicio al Tribunal de Juicios y Apelaciones de Concepción del Uruguay, que debe poner fecha a los debates.
En medio del creciente descontento de los católicos hacia el rol que ha tenido la cúpula, y el silencio que hubo en muchos casos, la baja participación en la colecta de Cáritas este año muestra de qué modo el descontento se está expresando ya dentro de la Iglesia.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.