La Iglesia de Paraná volvió a reclamar a las autoridades la apertura de los templos para las misas con presencia de fieles.
La curia presentó este viernes un pedido formal al intendente de Paraná, Adán Bahl, acompañado de un protocolo de cómo serán las celebraciones religiosas en el marco de la pandemia de coronavirus.

El intendente de Paraná aprobó el texto y se comprometió a elevar la solicitud al gobernador de la provincia», Gustavo Bordet, dijeron desde el Arzobispado.
A finales de julio, una nota firmada por varios curas de Paraná fue presentada a Bahl con la petición de la vuelta de las misas con fieles. En la presentación, señalaron que “la dimensión religiosa es propia de la persona y de imprescindible vivencia práctica para quien la reconoce como creyente”. En este sentido, remarcan que “la participación cuidada en las celebraciones de la misa y los otros sacramentos es razón de salud espiritual y de bienestar para la persona en su integralidad… La concurrencia a los lugares sagrados de modo personal y la participación en sus celebraciones es un factor esencial para el creyente, especialmente en la Eucaristía”.
A mediados de junio habían hecho un pedido parecido. Aunque esa vez el pedido fue compartido por los párrocos de Santa Elena, Oro Verde, Lucas González, Hernandarias, Bovril, Villa Urquiza, Santa Elena, Crespo, Feliciano, Villa Clara, María Grande, Cerrito, Colonia Avellaneda y La Paz, que presentaron sendas notas a los intendentes de esas ciudades y peticionaron la vuelta de los fieles a las iglesias. En la nota señalan que “es reiteradamente urgida por los mismos fieles, quienes ven con cierta perplejidad la habilitación de otras actividades recreativas y culturales, mientras que ellos aún no pueden ejercer el derecho constitucional de reunirse para realizar en comunidad –y no sólo de modo privado– los actos de su religión”.
“Por mi parte, tengo la seguridad –que procede de nuestra Fe católica y del contacto directo con los fieles– de que el retorno cuidadoso y progresivo de las celebraciones en nuestros templos, será fuente de consuelo, fortaleza y esperanza para un gran número de creyentes en este tiempo complejo que nos toca afrontar. En este sentido, en base a mi experiencia, estoy convencido de que celebrar nuestra Fe comunitariamente y sin poner en riesgo la salud física de nuestra gente, redundará indudablemente en su salud integral: psicoafectiva, vincular y espiritual”, añade la nota.
Al comienzo de la pandemia, en marzo último, la Iglesia Católica decidió suspender las celebraciones religiosas, y aunque hubo aperturas parciales, todo volvió atrás en Paraná en función del comportamiento de la pandemia y, sobre todo, los contagios: la ciudad tiene casi 3.300 casos, y circulación comunitaria del virus Covid-19.
La medida, sin embargo, ha sido violada una y otra vez. Uno de los lugares donde hubo misas con fieles a pesar de la prohibición es la céntrica parroquia San Miguel Arcángel.
Foto: Arzobispado de Paraná
De la Redacción de Entre Ríos Ahora