Por Paola Robles Duarte
La Unidad Fiscal de Gualeguaychú inició «una investigación para conocer las causas que provocaron fallecimiento de Liliana Leonhardt«, la bibliotecaria cuyo deceso se produjo el martes 3 de octubre en la clínica San Lucas, y que abrió serios interrogantes.
La fiscal Cedrés solicitó «la exhumación y posterior autopsia del cuerpo», cómo así también el secuestro de su historia clínica.
Durante la mañana de este sábado se exhumará el cuerpo que luego será trasladado a la morgue judicial de Oro Verde para la realización de la correspondiente autopsia.
Liliana Leonhardt falleció el martes 3 de octubre sin que exista un diagnóstico certero que explique el proceso de deterioro de su cuerpo a lo largo de un mes de internación. Cuenta la familia que los médicos del sanatorio San Lucas les decían hacia el final de aquellos días, en los que les avisaban que tendrían que comenzar a despedirse: «estuvimos todo el tiempo tratando las consecuencias y no las causas» que dieron lugar al cuadro clínico de la paciente”.
«Liliana fue infiltrada el pasado 29 de agosto. El segundo ingreso al sanatorio ocurrió esa misma noche, cuando tuvo 22 de presión, según los médicos, por el dolor agudo. Le dieron el alta con una bolsa de medicamentos, entre ellos codeína fosfato, pregabalina, diclofenac, entre otros. Se fue a su casa, pero inmediatamente después la vuelven a internar en la Unidad de Terapia Intensiva (UTI) con un terrible dolor de columna que luego se comprobó, a partir de una resonancia, que se debía a una hernia de disco L4-L5: un diagnóstico totalmente distinto al del inicio», contó su hermana, Lorena Leonhart.
«Entonces se planeó hacer un bloqueo tres días después. Liliana pasó a sala común. En ese momento se rompe el tomógrafo de San Lucas y queda postergado el estudio. Liliana comienza el cuadro de diarrea sangrante, para después volver a Terapia por deterioro neurológico severo -compromiso encefálico y fallo renal según indica la propia historia clínica- mientras, continúa con una diarrea con gran presencia de sangre. El proceso de deterioro que cuento a partir de su segunda internación, comenzó el 2 de septiembre; tres días después de la infiltración. Y así, luego de muchas idas y vueltas con la obra social de mi hermana, se presentó el 21 de septiembre la cautelar ante el Juzgado de Familia, Civil y Penal de menores de Gualeguaychú, Héctor Vassallo», contó Lorena. Dicha cautelar fue rechazada al poco tiempo de haber sido presentada. Junto con el estado de salud de Liliana, iban también deteriorándose las esperanzas de una familia que hasta el día de hoy no tiene respuesta sobre lo que ocurrió.
«Veíamos cada día como todo empeoraba, como le costaba hablar, su mirada estaba rara, sus palabras cada vez era más confusas; a partir de la traqueotomía empezó a hincharse, a hacer una sepsis generalizada», cerró Lorena.
(*) Periodista. Publicado en Reporte 2820.