La jueza de Garantías y Transición Carola Bacaluzzo le puso nombre al delito: administración fraudulenta. Y procesó, en una resolución que firmó el jueves 24 de noviembre, a los hermanos Etchevehere: el exministro de Agroindustria de Mauricio Macri, Luis Miguel, Arturo Sebastián, que se pavonea con su precandidatura a intendente de Paraná por el sector de los libertarios, y el menor, Juan Diego, a quien su hermana Dolores retrató en su autobiografía, Sola, de un modo un poco voraz: «No se destaca en nada virtuoso, basta googlearlo y aún así no existe; siempre está olfateando una oportunidad para ganar plata, no importa a través de qué».
Además de los tres hermanos Etchevehere, a quienes Dolores, su hermana, los denunció en 2013 y a quienes no duda en calificar como «los Etchevehere corruptos», la jueza Bacaluzzo procesó a la madre de los cuatro, Leonor María Magdalena Barbero Marcial; a los empresarios mutualistas Walter y Viviana Grenón, dueños de Red Mutual, y a un personaje menor, Germán Buffa, que supo integrar el directorio de Sociedad Anónima Entre Ríos (SAER), editora de El Diario, pero que también fungió de empresario pizzero. La administración fraudulenta que les achacó la jueza tiene que ver con una serie de maniobras de vaciamiento de la empresa propietaria de El Diario, que en 2018 echó a 80 trabajadores sin pagarles indemnización.
En cambio, los sobreseyó por otro hecho denunciado, la toma de un crédito a tasa subsidiada que pidieron los Etchevehere a través de una de sus empresas, Las Margaritas SA, pero que tuvo un destino muy otro. ¿La razón?: se trata de un caso que ya está siendo investigado por la Justicia Federal de Paraná. Viviana Ferreyra, una fiscal ahora jubilada, y otro fiscal, ahora juez de juicio, Alejandro Joel Cánepa, llevaron adelante la etapa clave de la investigación penal tras la denuncia de Dolores Etchevehere.
En sus escritos judiciales, detallan de qué modo operó el vaciamiento: los Etchevehere -sin Dolores- y el Grupo Grenón se repartieron 18 propiedades de la Sociedad Anónima Entre Ríos, respetando la porción accionaria. Los Etchevehere -sin Dolores- se quedaron con el 33% del total en la empresa fantasma Construcciones del Paraná, y el Grupo Grenón se quedó con el 66% restante en las empresas Nexfin S.A. y Arroyo Ubajay S.A.
El vaciamiento de Sociedad Anónima Entre Ríos tuvo como consecuencia el despido de 80 trabajadores de El Diario en 2018.
Al ser Construcciones del Paraná S.A. una empresa nueva sin capital, los Etchevehere simularon un préstamo de un millón de dólares — $4.500.000 al cambio de ese momento— de la Asociación Mutual Unión Solidaria (AMUS) vinculada con el empresario Walter Grenón, sin garantías para la devolución. Para pagarlo, pusieron en marcha una compleja ingeniería financiera. Parte de esa ingeniería se refleja en la siguiente maniobra: desde otra de las empresas del Grupo Etchevehere, Las Margaritas S.A., le pidieron al Banco Itaú tres préstamos por un total de U$D 500.000 para productores de soja a tasa subsidiada por el Estado.
El garante de ese préstamo fue el grupo Los Grobo SA. Pero el destino de ese dinero no tuvo nada que ver con la producción agropecuaria. Los socios retiraron el dinero de Las Margaritas y se comprobó que luego de pasar por Sociedad Anónima Entre Ríos terminó en las arcas de AMUS, la Asociación Mutual de Grenón.
El crédito del Banco Itaú no fue utilizado para producir soja, sino que fue desviado para solventar financieramente la operación de vaciamiento de El Diario. ¿Cómo hicieron para pagar el crédito del Banco Itaú? Entre otras maniobras, tomando más deuda: un crédito del Banco Nación por un total de $900.000 a tasa subsidiada por el Estado para que pequeños productores cubran los daños ocasionados por inundaciones. Por supuesto, inundaciones que no afectaron los campos de los Etchevehere.
Esa historia de un crédito trucho fue un delito por el que la jueza Bacaluzzo sobreseyó a los Etchevehere y a los Grenón por cuanto está tramitándose en la Justicia Federal.
En cambio, sí motorizó la denuncia por vaciamiento: la administración fraudulenta.
En la historia cobra relevancia un informe de la Procuraduría de Criminalidad Económica y Lavado de Activos (Procelac), un organismo que depende de la Procuración General de la Nación, que da cuenta de que, al mismo tiempo que los socios de Las Margaritas SA se repartieron para sí el crédito pedido a tasa subsidiada al Banco Itaú, conformaron una nueva sociedad, Construcciones del Paraná SA.
El periodista Sebastián Premici lo describe así: “Según datos de la AFIP, el contrato social de la empresa Construcciones del Paraná fue suscrito en octubre de 2011. Sin embargo, la empresa, cuyos accionistas son Luis Miguel Etchevehere, sus hermanos y la madre de éstos, no registraba movimientos comerciales al momento de la denuncia efectuada por la Procelac. En una primera comunicación del 27 de julio de 2011, el contador Guillermo Budasoff les manifestó a Leonor Barbero Marcial y Juan Diego Etchevehere que dentro de sus honorarios ya deberían empezar a incluir a la nueva sociedad anónima. Todavía faltaban algunos meses para concretar la autocompra de inmuebles”.
Y agrega: “En la asamblea del directorio de la empresa SAER (editora de El Diario de Paraná) realizada el 20 de marzo de 2012, el Grupo Etchevehere, junto al grupo mayoritario NEA Capital Creativo, decidieron la transferencia de los siete inmuebles por 4,5 millones de pesos hacia Construcciones del Paraná. La operación terminó de concretarse en septiembre de aquel año, luego de recibir las ayudas económicas de AMUS (Asociación Mutual Solidaria”.
La Procelac sostuvo que el “vaciamiento económico y patrimonial de SAER” derivó en un “incremento patrimonial injustificado” por parte del Grupo Etchevehere, al “comprar” los inmuebles a través de una empresa en apariencia insolvente al momento de la operación. Pero la liquidación de los inmuebles que estaban patrimonializados en SAER no comenzó en la asamblea de directorio de marzo de 2012 o en septiembre del mismo año, que fue cuando se realizó la autoventa. Sino que desde el inicio de la relación con los accionistas mayoritario del diario, el grupo NEA Capital Creativo SA, el objetivo sería el “vaciamiento”.
Ese vaciamiento, según la tesis del Ministerio Público Fiscal que llevó adelante la investigación penal preparatoria a partir de la denuncia de Dolores, no sólo supuso que SAER asumiera deudas, sino la venta a precios irrisorios de inmuebles de su propiedad, algunos de valor histórico y patrimonial, como el que ocupa la administración de El Diario, en Urquiza y Buenos Aires. La enajenación fue en beneficio de los propios socios de SAER pero con otra sociedad. Como ninguno de los Etchevehere denunciados por Dolores Etchevehre podía incorporar a su patrimonio cualquiera de esos inmuebles propiedad de SAER, lo que hicieron fue constituir otra firma, Construcciones del Paraná SA, que integra la familia. Pero a través de un sistema de triangulación del que participaban la Asociación Mutual Solidaria (AMUS) y la Mutual 10 de Abril.
El puzzle financiero, según la tesis de los investigadores, habría funcionado así: por cada escritura de venta de inmuebles –Urquiza 1119/23 (subsuelo), Urquiza 1119/23, Urquiza 1119/23 primer piso, Urquiza 1119/23 segundo piso, Camoirano 63, Etchevehere s/n, Urquiza y Buenos Aires- se confeccionó un contrato de mutuo –una parte entrega a la otra un bien para que use en provecho y, en un tiempo determinado, se lo devuelva-, del que habrían participado una mutual que hacía las veces de prestamista.
Así, un inmueble insignia de El Diario, el ubicado en la esquina de Urquiza y Buenos Aires, está en trámite de escrituración ante el Juzgado Civil y Comercial N° 7 a nombre de la Mutual 10 de Abril, operación que se pactó en una cifra ínfima, $2 millones.
Las maniobras escondieron un movimiento circular: el vaciamiento consistía en que por cada escritura de venta de un inmueble se confeccionó un contrato de mutuo, emitido por una mutual que hacía las veces de prestamista, y un cheque a nombre de Construcciones del Paraná SA. Esta sociedad endosaba esos valores a favor de SAER por la escrituración de cada inmueble y luego SAER derivaba los cheques a los prestamistas. De modo que el dinero daba un giro circular, y volvía a su primer dueño, pero las propiedades cambiaban formalmente de dueños, aunque en la práctica quedaban en las manos de los mismos empresarios, con otra sociedad.
Otro fiscal que intervino en la causa de los Etchevehere, Álvaro Piérola, detalló las maniobras del vaciamiento.
El fiscal Piérola describió «la compleja trama ejecutada por todos y cada uno de los sindicados en la presente causa, quienes de forma continuada e integrada entre sí, desde distintos modos de intervención jurídico penal, fueron creando una situación de ruina comercial y financiera de SAER». En opinión del representante del Ministerio Público Fiscal en la causa Etchevehere, «la maniobra de vaciamiento como hecho único investigado, no sólo encuentra a Walter Grenón desde ´adentro´ de SAER, sino también desde ´afuera´, participando dolosa y necesariamente en la transferencia -vaciamiento- de los bienes que eran propiedad de El Diario de Paraná».
Piérola cita un acta de asamblea de SAER del 20 de diciembre de 2010 que dispone: «Teniendo en cuenta la imposibilidad de hacer frente con recursos financieros propios al pago de las deudas fiscales como así también la imposibilidad de acceder a créditos en atención a los estados contables de la empresa es que aprueban por unanimidad poner a la venta la totalidad de los inmuebles de la Sociedad (SAER) con exclusión del ubicado en calle Buenos Aires y Urquiza donde se encuentra la sede social. A tales efectos, se autoriza al entonces Presidente, Walter Grenón, a realizar actos correspondientes a los fines de la venta de los inmuebles y/o suscripción de boletos de compraventa y/o escrituras traslativas de dominio que correspondan».
El 16 de marzo de 2012, el directorio de SAER -que integraban Viviana Grenón y Leonor María Magdalena Barbero Marcial de Etchevehere- resolvió aceptar la propuesta de compra de esos inmuebles presentada por la firma Arroyo Ubajay SA, propiedad, claro, de Walter Grenón, «respecto de cinco importantes inmuebles -detallados en la imputación- y otros dos inmuebles -también detallados- a la firma Nexfin S.A. (propiedad Grenón). Tal decisión de ´enajenación´, fue en su momento considerada la más viable, aparentemente fundamentada por la falta de liquidez de la empresa para afrontar deudas y gastos corrientes»
Así empezó el vaciamiento de la sociedad editora de El Diario.
Luego, conforme acta de directorio de SAER del 20 de marzo de 2012, se resolvió aceptar la propuesta de compra de bienes presentada por la firma Construcciones del Paraná SA. «Bajo los mismos argumentos -dados cuatro días antes- se autorizaron las ventas de siete importantes inmuebles -detallados en la imputación-, a las firma Arroyo Ubajay SA y Nexfin SA (ambas propiedad de Grenón)». Luego, en una asamblea extraordinaria del 21 de marzo de 2012, «los socios de Nea Capital Creativo S.A., representados por Walter Grenón y la Sucesión de Luis Félix Etchevehere, representada por Leonor Barbero, aprueban las Actas de Directorio del 16 y 20 de marzo del 2012, en lo referente a la venta de los inmuebles. Luego, el 21 de septiembre de 2012, SAER (Viviana Grenón y Leonor Barbero), «aceptan la oferta de la firma Nexfin S.A. (Walter Grenón) para la compra de un inmueble (Tratado del Pilar Nº526) que Arroyo Ubajay desistió de comprar. En igual sentido, Nexfin S.A. ofrece comprar el inmueble de calle Buenos Aires Nº11 de Paraná. Luego por Acta de Directorio de SAER del 31/10/2012 surge que el producido de las ventas fue destinado a cancelar deudas con AMUS y con los coimputados Etchevehere y Barbero Marcial».
Más adelante, el 28 de diciembre de 2012, el Directorio autoriza la toma de créditos para cancelar deudas de SAER. Se trata, dice en su escrito el fiscal Piérola, de «una mega maniobra de coetáneas ´ventas´ de catorce inmuebles de una firma insignia de la comunicación provincial y regional, con cientos de trabajadores que
de ella dependían, a la postre despedidos en su mayoría. Ventas que tuvieron una particular forma de concretarse o garantizarse». Al respecto, detalló que Construcciones del Paraná SA, compradora de esos inmuebles, «tiene como únicos socios a Luis Miguel Etchevehere, Juan Diego Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda.) de Etchevehere; y que la Mutual AMUS tiene como socio mayoritario y Director al señor Walter Grenón, quien a la vez es representante de la firma NEA Capital Creativo S.A., socia mayoritaria de SAER».
Luego de la venta de esos 14 inmuebles, los mismos fueron «a parar a manos tanto de aquellas empresas dirigidas por Grenón, como de Luis Miguel Etchevehere, Juan Diego Etchevehere, Arturo Sebastián Etchevehere y Leonor María Magdalena Barbero Marcial (vda.) de Etchevehere». Más tarde, «SAER se obligó con otras instituciones distintas de las bancarias para obtener más dinero ´fresco´ para hacer frente a los compromisos económicos contraídos», dice Piérola, «lo que da la pauta que la venta de inmuebles tenía como destino exclusivo hacer circular el dinero entre las empresas de los socios de SAER, vaciando a ésta última y quedándose con sus bienes».
Al analizar esas maniobras, Piérola concluye en que lo «más trascendente de todo este descalabro bochornoso, premeditado y connivente, es que de las actas surge claramente que los fondos que ingresaban como parte de la licuación del patrimonio empresario, se destinaba a la cancelación de deudas con los propios accionistas (Grenón y Etchevehere) y no a deudas imprescindibles para el funcionamiento del negocio comercial». Y agrega: «Esta circunstancia ruinosa, claramente conocida por quienes toman el control de la empresa a fines del año 2012, es la condición única e inescindible del resultado perjudicial de la administración fraudulenta que, iniciada años atrás, se sigue consolidando con la gestión administrativa a partir del año 2013».
Procesamiento Etchevehere E… by Entre Ríos Ahora
De la Redacción de Entre Ríos Ahora