La galería de arte creada por la Vicegobernación de Entre Ríos hace poco más de dos años, en una de las arterias del ala este de la Casa Gris, comenzó a cerrar su temporada de exposiciones este martes con la apertura de la muestra de Artistas del Pueblo, integrado por Lorena Ledemsa y Hernán Guerrero. Pero, en este caso y por primera vez, la propuesta integró una nueva fase y otro espacio: Carlos “Negro” Aguirre ofreció un concierto en un recinto del Senado alterado en su fisonomía cotidiana por un aura de luces cálidas y el viaje armónico del músico a través de la vibración de su litoral, tan amplio en géneros y tonalidades.
“Correntada” se nombra la creación concebida a partir de una apuesta por el arte gráfico y mensajes identificados con un sentir ribereño. La puesta lleva la palabra adelante, en una búsqueda estética de impacto visual y mixtura de colores, que se imprimen en el espectador de modo inmediato, pero en diferentes matices, casi como los ecos de un grito anterior. Un grito que proviene de alguna pared de esquina donde un afiche dejó clavado su impronta y su poesía. Obras más pequeñas y sutiles, pero otra vez con palabras claras y definitivas en el corazón, le dan contraste a la propuesta que finaliza en un tercer tramo con una creación en construcción colectiva. Los creadores son Lorena y Hernán, como “Artistas del Pueblo”.
Antes de abrir el recinto al concierto, el vicegobernador de la provincia, Adan Bahl, acompañado entre otros por al senador Angel Giano y el asesor cultural, Roberto Romani, puso en valor la creación y el desarrollo de un espacio dedicado a la cultura en la Casa Gris. “Es un lugar para conocer el arte que producen nuestros creadores”, destacó Bahl y recordó la participación en esa misma galería de Carlos Asiaín, pocos meses atrás, dedicando un homenaje al artista fallecido este martes en Paraná.
Desvestido de solemnidad por el diseño de luces con prominencias rojizas, con tres pantallas led y una tarima breve de escenario, el recinto del Senado lucía como el espacio perfecto para un concierto de fuerte conexión entre Carlo Aguirre y el público que colmó la sala. El teclado y la guitarra, Eduardo Vilar en el sonido y una introducción del propio Bahl para dar comienzo al encuentro, dejaron el espacio en manos del artista.
En el día de la música, el Negro Aguirre salió a navegar la noche con su mirada abierta a la versión de un Litoral grande y rico en compositores que alimentan su repertorio, en interpretaciones bellísimas de estilo propio. Empezó con “Juancito a la siesta” de Chacho Muller; se fue al Uruguay con “El loco Antonio”, de Alfredo Zitarrosa y alcanzó los cielos de Brasil con un chorinho carioca.
“Vamos a andar por los distintos senderos del agua”, anunció Aguirre y se remontó al recuerdo de un almuerzo de domingo en casa para contar el origen de “La música y la palabra”, una canción suya nacida en la necesidad de narrar de qué modo un artista puede interpretar el mundo “desde el mangrullo de su guitarra”.
Aún en canciones tan reconocidas como “Río de los Pájaros”, de Aníbal Zampayo, el público permaneció en absoluto silencio, viajando la íntima sintonía creada por el artista. Un viaje en calma, que también llegó con candombe, una historia preciosa de una mujer misionera y una pobreza de Frontera, entre Clorinda y Paraguay.
Con la última canción, Aguirre envolvió la noche y el público salió del recinto del Senado como recién venido de un encuentro profundo y calmo con los sentidos del paisaje y del agua.
Fotos: Gentileza Diego Paramo
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.