No será un día de gloria. No lo han sido los últimos dos años. Este domingo de Pascua no será diferente: el cura Juan Diego Escobar Gaviria celebrará la resurrección del hijo de Dios encerrado en un calabozo de la Unidad Penal de Victoria, a donde fue a parar dos años atrás, acusado entonces, condenado después, por delitos gravísimos: abuso sexual y corrupción de menores. En vez de la Pascua, Escobar Gaviria recordará un aniversario vergonzante: sus dos años en la cárcel.
Las glorias pasadas del cura Escobar Gaviria ya casi nadie las recuerda -nadie las quiere recordar-: fue condenado por la Justicia a 25 años de cárcel por cuatro casos de abuso sexual y corrupción de menores. La Iglesia Católica, que sabe mucho de impostaciones, supo tenerlo entre sus elegidos: sus misas de sanación, al estilo de Ignacio Peries, en Rosario, convocaban multitudes y por eso era requerido en distintos puntos de la provincia. Ahora le han dado vuelta la cara y lo han expulsado del selecto rebaño de los pastores que se inclinan ante la cruz y se golpean el pecho.
En la misa del Miércoles Santo, el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, repitió lo que ya había dicho en una carta pastoral por el inicio de la Cuaresma un mes atrás: «Esta celebración está enmarcada en este tiempo en donde la Iglesia en todo el mundo -también en nuestra Arquidiócesis- está sufriendo un largo y doloroso proceso de purificación, marcado por el dolor y el escándalo causado por graves pecados y delitos de algunos de sus miembros».
¿Por qué Escobar Gaviria terminó en la cárcel?
El 9 de mayo de 2017, el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, elevó la causa a juicio oral, luego de que los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina dieran por concluida la investigación penal preparatoria, iniciada a finales de octubre de 2016, tras una primera denuncia formulada por las monjas que dirigen el Colegio Castro Barros San José, de Lucas González.
Escobar Gaviria fue párroco de San Lucas Evangelista, de Lucas González, entre 2005 y finales de octubre de 2016 cuando suspendido por la Iglesia tras el inicio de la investigación judicial. Desde entonces, está alejado de la vida pública eclesiástica y tiene prohibido oficiar misas. La decisión, adoptada por el arzobispo Juan Alberto Puiggari, supuso un duro golpe para el sacerdote, hasta entonces una estrella en ascenso en el mundo de los curas sanadores.
La investigación sobre Escobar Gaviria se llevó adelante con el investigado en libertad. Pero esa situación varió el 21 de abril de 2017: ese día el sacerdote fue enviado a la cárcel con prisión preventiva, medida que se adoptó para no entorpecer la investigación judicial.
Primero fueron 20 días. Pero el 9 de mayo de ese año el juez Acosta dispuso extender su encarcelamiento hasta la finalización del juicio oral. Pero el camarista Arturo Exequiel Dumón, del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychù, revocó parcialmente la medida y sólo le impuso 20 días más de prisión preventiva.
El 26 de mayo de 2017, el entonces miembro del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay -hoy fiscal de Coordinación-,Esteban Santiago Elal, resolvió no hacer lugar al pedido de libertad formulado por los abogados del cura Juan Diego Escobar Gaviria, y prorrogó la prisión preventiva del cura “hasta que recaiga sentencia firme”.
En libertad, y mientras avanzaba la causa en su contra, Escobar Gaviria se dedicaba a enviar mensajes vía redes sociales intimidatorios a víctimas y testigos y por eso el juez decidió mantenerlo en prisión. “En fin, el cúmulo de evidencia sobre el marco de presiones e intimidaciones que existen es harto suficiente como para que el imputado mantenga su privación de libertad cautelar hasta tanto se dicte sentencia en el juicio oral y la misma adquiera firmeza –señaló Elal en su resolución–, dado que esta es la única posibilidad de valorar adecuadamente sobre la conclusión firme y definitiva del proceso, aventando cualquier posibilidad de influencia sobre la producción de evidencia”.
La medida fue confirmada el 7 de julio de 2017 por la Cámara de Casación Penal, aunque con leves variantes. Ese tribunal decidió rechazar el recurso de apelación presentado por los abogados defensores del cura Escobar Gaviria: dispuso que seguiría en prisión preventiva hasta que se dicte sentencia. Eso ocurrió el 6 de diciembre, y en la sentencia condenatoria a 25 años de cárcel se resolvió, además, mantenerlo en prisión preventiva hasta que el fallo adquiera firmeza.
Los hechos, los pasos
El cura Escobar Gaviria fue párroco de San Lucas Evangelista, en Lucas González, entre 2005 y 2016, y este último año fue denunciado en la Justicia, proceso que concluyó con la condena, el 6 de septiembre de 2017, a 25 años de cárcel, sentencia que no está firme y que está apelada. Aunque no está libre: desde el 21 de abril de 2017 cumple prisión preventiva en la Unidad Penal de Victoria.
El 6 de septiembre, cuando el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay lo halló culpable de los delitos de abusos y corrupción de menores en cuatro casos que lo sentaron en el banquillo de los acusados, la prisión preventiva, que primero se dictó para evitar que entorpeciera la investigación penal preparatoria, fue confirmada, ahora ante el serio riesgo de fuga de Escobar Gaviria.
Pero mientras la Justicia debe resolver los planteos de los defensores del sacerdote, Milton Urrutia y Juan Pablo Temón el cura comenzó a ser investigado por el fiscal Federico Uriburu, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, por un nuevo caso de abuso y corrupción, el quinto, que irá a juicio los días 23 y 24 de mayo próximos.
El viernes 26 de mayo, el juez de Garantías de Gualeguay, Esteban Santiago Elal, resolvió no hacer lugar al pedido de libertad formulado por los abogados del cura, detenido en la Unidad Penal N° 5 de Victoria desde el 21 de abril de 2017, y decidió que permanezca en esa condición hasta después de que se dicte sentencia en el juicio oral previsto para la segunda quincena de agosto de ese año, en los Tribunales de Gualeguay, y que esa condena quede en firme.
Pero en junio, la Cámara de Casación Penal , compuesta por los jueces Marcela Davite, Marcela Badano y Hugo Perotti, hizo parcialmente lugar a un planteo de la defensa de Escobar Gaviria, y dispuso que la prisión se mantendría hasta que se dicte sentencia. Cuando fue condenado, en septiembre de 2017 por el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguay, los jueces dispusieron mantener la prisión preventiva hasta que la condena adquiera firmeza.
Escobar Gaviria fue condenado a 25 años de cárcel por cuatro denuncias por abuso –tres casos de corrupción agravada, uno de abuso sexual agravados todos por la condición del abusador, sacerdote–. Escobar Gaviria fue párroco de San Lucas Evangelista, de Lucas González, departamento Nogoyá, entre 2005 y finales de octubre de 2016 cuando suspendido por la Iglesia tras el inicio de la investigación judicial. Desde entonces, está alejado de la vida pública eclesiástica y tiene prohibido oficiar misas.
El proceso judicial se abrió después de que dos monjas de la congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio Castro Barros San José, de Lucas González, denunciaron en octubre de 2016 al cura por abuso de un menor ante el Defensor de Pobres y Menores, Oscar Rossi. Tras ese caso aparecieron otros tres denunciantes. Los fiscales que acusan de abusos al cura son Federico Uriburu y Rodrigo Molina.
El sacerdote se encuentra alojado en la Unidad Penal N°5 de Victoria desde el 21 de abril por disposición del juez de Garantía de Nogoyá, Gustavo Acosta, cuya decisión fue confirmada por el juez Arturo Exequiel Dumón, miembro del Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú. Ahora, el juez de Garantías de Gualeguay, Esteban Santiago Elal, también resolvió que el cura siga en prisión, pero hasta después del juicio, cuando haya una sentencia firme.
El 14 de septiembre se conocieron los fundamentos del fallo que habían adelantado el 6 de ese mes el tribunal conformado por los jueces María Angélica Pivas (presidente), Roberto Javier Cadenas y Darío Ernesto Crespo, que condenó a 25 años de prisión al cura Escobar Gaviria, al hallarlo material y penalmente responsable por cuatro hechos de abusos y corrupción de menores, que salieron a la luz en 2016.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.