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El camino de piedras zigzaguea al costado del arroyo, entre moreras y totoras. Se precipita también, desciende, acompaña el sentido del agua. Por ese sendero se puede llegar hasta calle Moreno y más abajo también. En este mañana gris y destemplada, nos quedamos unos metros abajo nomás, a unos 30 metros del ingreso por Nogoyá, donde se presenta La Tribu del Salto.

Arriba hay una construcción en barro a medio hacer o medio terminar, con una vista boscosa hacia la bajada del arroyo. Algo así como un mirador que se va a ir completando con lunetas de coches regaladas. La gente pasa por El Salto, donde se reúnen los indios que integran la tribu: pasan grupos de escuelas, pasan docentes, pasan los que quiere hacer cosas. Se puede reciclar, aprender de construcciones sustentables, trabajar en la huerta lindera a la pista de atletismo del Parque Berduc. Y se puede conversar, meditar, contemplar.

Hace algunas semanas estuvo el intendente de Paraná, Sergio Varisco, recorriendo la zona  con alguno de sus funcionarios y los integrantes de La Tribu. Quiso encender un cigarrillo y le advirtieron que estaba prohibido. En el Salto no se fuma, no se bebe alcohol.

La Tribu del Sato tiene más de cinco años. Comenzó como una iniciativa de vecinos del arroyo La Santiagueña y otros jóvenes que se reunieron para limpiar la zona conocida en el barrio como El Salto. La persistencia se ve en los detalles y en la fuerza de la naturaleza despojada de la basura y el descuido. El lugar es el principio de una demostración: la belleza y la salud de la ciudad está descubierta aquí, como está oculta en tantos espacios arrasados.

Pero hay cosas que cambian. En estos días, el proyecto Entre Ríos entre arroyos, que lleva adelante el Centro de Estudios Inmobiliarios de Entre Ríos con fuerte respaldo de diversas organizaciones, comienza a recorrer la provincia para insistir con la idea de reconocer la geografía provincial con su particularidad de cuencas hídricas para las planificaciones de la actividad humana.

CUENCA MODELO.

“Nuestro proyecto de fondo es recuperar el arroyo, recuperar la identidad de los paranaenses que vivimos sobre cuencas hidrográficas que tienen ciertas particularidades y queremos que esto sea reconocido, aceptado y a partir de ahí entender lo urbano”, dice Juan Manuel Pauletti, integrante de la Tribu.

“Tenemos que entender que los arroyos son constitutivos y que si lo ignoramos después tenemos problemas.  Necesitamos recuperarlos para recuperar salud, nuestra relación con la naturaleza; recuperar el corredor biológico que es el arroyo, como una vena o un pulmón de la ciudad. Para  eso no hay que entubarlos, entubar rompe el ciclo del agua, hay que  entender el tema de las cuencas, el arroyo no es solo el hilito de agua que se ve, sino todo el área en la recoge el agua que se llama cuenca”, insiste.

La Tribu del Salto intentó exponer su enfoque sobre el problema de los arroyos y los pluviales de la ciudad, en general, durante por lo menos las últimas tres gestiones de gobiernos municipales. En esta oportunidad, lograron que tanto desde la secretaria Ambiente  -Rosa Hojman-, como de  la subsecretaria de Planeamiento, a través del arquitecto Adrian Bazzi, se interesen por las propuestas impulsadas en rededor de La Santiagueña.

“Lo que logramos con la gestión actual es que se interesen varios secretarios y el mismo  intendente estuvo recorriendo el arroyo, vio que era posible lo que estábamos planteando. Se necesita trabajo de concientización y obras, no la obra de entubado que se acostumbra a hacer, sino una obra de parquizado, saneamiento, de buscar irregularidades en las conexiones y anularlas”, detallo Pauletti.

“Queremos que los arroyos se conviertan en política de estado”,  plantean desde La Tribu y en ese sentido se avanza en la idea de impulsar una ordenanza “para que la cuenca La Santiagueña sea una cuenca modelo, empezar por un lugar; para que funcione, se puedan ver los efectos y seguir después con las demás”.

La idea de fondo, explica Juan Manuel Pauletti, es que Paraná esté organizada por cuencas y no por unidades o medidas arbitrarias y rectas. “Es como poner el centro de la organización el agua, si ponemos en el centro de la organización el agua, todas las otras facetas de la vida se ordenan porque el agua es el factor principal de la vida”.

En principio lo que ya se habló con Bazzi es la posibilidad de plantear un parque lineal en la zona. Justamente en ese ámbito la tribu planea profundizar el Aula Verde “para aprender, hacer recorridos  con escuelas, para reconocer la fauna, las especies nativas, las especies exóticas, para tener un lugar de esparcimiento y de la relación con la naturaleza”, explica Pauletti y agrega “para aprender también a  entender el agua, porque  estamos en el lugar donde más agua existe, tenemos la reserva  de agua más importante del plantea y somos los guardianes de esa reserva, sino tenemos cultura del agua vamos a derrochar nuestro tesoro”.