La tarde del feriado del lunes cae sobre la ciudad. En Plaza 1° de Mayo, en el mandapeatón de la Plaza, se ha formado una playa de estacionamiento ad hoc: autos, camionetas, motos. Enfrente de la hilera de autos y motos estacionados hay una carpa montada por la Unión Tranviarios Automotor (UTA). Al costado, leña lista para ser encendida.
La carpa se instaló en la Plaza el miércoles 14, ocho días después del inicio de la huelga histórica de los choferes de colectivos en demanda de la cancelación de la deuda salarial que mantienen las empresas Ersa Urbano SA y Mariano Moreno SRL. Las bases presionaron a la cúpula de la UTA para sacar la protesta de los galpones de depósito de las empresas y visibilizarla en el centro neurálgico de la ciudad, frente a la Municipalidad de Paraná. Ahí quedaron al aguardo de una solución para los 500 choferes que esperan por sus salarios, los 110 mil paranaenses que a diario utilizan el servicio.
El viernes bajó a la carpa la viceintendenta Josefina Etienot, previo al inicio de la sesión del Concejo Deliberante, e invitó a los  choferes a hacer oir sus reclamos en el espacio Voz y Opinión Ciudadana -la única edil que charló con los trabajadores-, y este lunes feriado se habían acercado a la carpa de la UTA los dirigentes de la Izquierda Nadia Burgos y Luis Meiniers. «Nadie viene a acompañar», dice Burgos. A esta altura, una verdad de Perogrullo.
Han sido pocos los gremios que han expresado la enfática solidaridad hacia el reclamo de los choferes de colectivos. La Central de Trabajadores Argentinos (CTA) Entre Ríos, la Agrupación Paulo Freire de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer) y la Asociación Trabajadores del Estado (ATE). No mucho más. Este martes se cumplen 15 días del paro de colectivos, que arrancó el 6 de este mes. La ciudad sin transporte público durante largos 15 días.
«Esto es un laberinto sin salida segura», dice una fuente empresaria respecto del estado actual de las negociaciones entre Estado Municipal, empresarios y trabajadores. «Si nos pagan todo lo que nos deben, enseguida levantamos el paro y volvemos a trabajar», dice los choferes. Piden la devolución de los días descontados por los paros de julio -11, 12, 13, 14 y 15-, la cancelación de la deuda por la actualización salarial de junio y julio, paritaria que los empresarios se niegan a reconocer, y una suma fija de $16.000.
La carpa y los huelguistas en vigilia cumplen este martes 7 días.
Una protesta apenas audible: sólo hay un gran pasacalle que da de frente al tránsito vehicular y no más que eso. Sobre la carpa, letreritos que piden cobrar los salarios adeudados. No hay bombas de estruendo, ni redobles de tambor, ni corte de calle. Por momentos, los jóvenes de la Izquierda se suman y aportan su cotillón a la protesta. Después, todo vuelve a una tensa espera.
Un cartel se vuelve visible en la quietud del feriado. Dice: «UTA somos todos».
No parece ser del todo cierto.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora