Luis Toledo, quien hasta el 15 de septiembre último dirigió el Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de Nogoyá, como Madre María Isabel, dejó la provincia y se radicó en la localidad de Presidencia Roque Sáenz Peña, Chaco.
Allá fue a alojarse al Monasterio Cristo Jesús y la Inmaculada Carmen, de las Monjas Descalzas de la Orden la Bienaventurada Virgen María del Monte Carmelo, una casa de religiosas que depende de la diócesis Diócesis de San Roque de Presidencia Roque Saenz Peña.
La novedad de la mudanza de la religiosa fue comunicada al juez Gustavo Acosta, por parte de los abogados Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, defensores de la monja.

toledo

El 15 de septiembre último, la monja Luisa Toledo fue apartada del cargo de priora del Monasterio de la Preciosísima Sangre y Nuestra Señora del Carmen, de Nogoyá, y reubicada en otra casa religiosa.
Así lo decidió el juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, a partir de una petición formulada por el fiscal Federico Uriburu, que el 25 de agosto empezó a investigar las denuncias formulada por dos exreligiosas del monasterio, que hablaron de torturas, privación de la libertad y malos tratos.

La religiosa, que durante más de dos décadas dirigió el monasterio carmelita, fue primero reubicada en Lucas González, una ciudad ubicada a 27 kilómetros de Nogoyá. Allí, se alojó con las monjas Terciarias Misioneras Franciscanas, que dirigen el Colegio Castro Barros San José.
Ahora, según pudo saber Entre Ríos Ahora, fue a parar con religiosas de su misma congregación ubicada a 800 kilómetros de distancia de Nogoyá.
La religiosa está imputada en la causa que investiga privación de la libertad y aplicación de tormentos en el convento de Nogoyá.
Al disponer la Justicia que sea sacada del convento de Nogoyá –para evitar entorpecer la investigación— no se le quitó la jerarquía dentro de la comunidad de religiosas.
Pero la decisión judicial de obligar a la monja a retirarse del convento fue reprochada por los abogados defensores de Toledo, Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, que apelaron la decisión del juez Acosta.
El recurso llegó al Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú.
En Gualeguaychú, la jueza Alicia Cristina Vivian, del Tribunal de Juicios y Apelaciones, declaró la incompetencia de la Justicia provincial para investigar el caso del monasterio carmelita.
La resolución de la jueza Vivian ya fue apelada en Casación por el fiscal coordinador Lisandro Beheran.
Beheran dijo a Entre Ríos Ahora que disiente con el hecho de que se trate de un delito federal el que se investiga. “Se tratan de delitos comunes, en los que es competente la justicia provincial. Y por eso fuimos en Casación”,señaló.
El incidente llegó para su resolución en la Cámara de Casación Penal de Paraná.

Pero antes, la Justicia Federal se había declarado incompetente.
El fiscal federal de Victoria, Carlos García Escalada, emitió un dictamen contrario a la petición de los abogados Miguel Cullen y Guillermo Vartorelli, defensores de la monja carmelita Luisa Toledo, que habían peticionado que la causa del convento de Nogoyá salga de la órbita provincial y recale en la Justicia Federal.
El fiscal emitió dictamen en el que señaló que “de acuerdo a lo aportado por la solicitante, por el momento no hay razones para que intervenga la Justicia Federal”.
Luego, a principios de octubre, el juez federal Leandro Ríos rechazó el planteo efectuado por la defensa de la monja Toledo para que el caso pase a la Justicia Federal.
El magistrado consideró que por el momento “resulta prematuro” que la investigación pase al fuero federal, pero no descartó que eso pueda ocurrir más adelante, según publicó Página Judicial. “Resultaría precoz en el presente estadio de la causa –aún en sus albores– sostener que compete a la Justicia Federal su tramitación, toda vez que resta desarrollar la pesquisa sobre aquellos aspectos fácticos que aún son materia de una investigación insipiente” por parte del Juzgado de Garantías de Nogoyá, señaló Ríos en su resolución.
De modo que el fallo que se adopte en Casación marcará el rumbo que tendrá la causa de las carmelitas de Nogoyá.
El monasterio carmelita de Chaco adonde ahora está la monja entrerriana fue fundado en 1998 con religiosas procedentes del convento de Concordia, el más antiguo de la provincia, llamado convento de Nuestra Señora del Monte Carmelo y Santa Teresita, que data de 1956.
El Carmelo de Nogoyá, fundado en 1991, también es un desprendimiento de la casa religiosa de Concordia.
En cambio, el Monasterio San José y Santa Teresa, de Gualeguaychú, fundado en 1962, surgió con religiosas provenientes de La Plata.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.