El bloque de concejales de la UCR se manifestó en contra de la idea del intendente Adán Bahl de construir 10 pozos para hacer frente a la crisis hídrica como consecuencia de la bajante del río. La oposición en el Concejo planteó que esa iniciativa «haría retroceder a la ciudad de Paraná casi 100 años».

«Volver a los pozos de agua salada a fin de mezclarla con la potable es un retroceso en la calidad de vida de los paranaenses ya que se conoce los inconvenientes que acarrea el agua de pozos semisurgentes. Es un agua con alto contenido de minerales, entre ellos el sodio, que le da un sabor especial y que combinado con otros que pueda tener, no es agradable para el consumo, teniendo en cuenta que las aguas duras pueden tener hasta 10 veces más sodio que el agua de río, siendo muy perjudicial para personas hipertensas quienes no podrían consumir la misma, sucediendo lo mismo con pacientes con problemas renales o niños», señalaron los concejales radicales.

Y plantearon que «además, debe considerarse a su dudosa calidad debido a las filtraciones de las napas superiores o posible existencia de sustancias tóxicas, situaciones éstas que obligarían a los ciudadanos de Paraná al consumo de agua comprada». Dijeron que esa decisión «también acarrearía otras consecuencias económicas perjudiciales para los ciudadanos, debido a que provoca obstrucción de cañerías por mayor acumulación de sarro y daños a los artefactos, reduciendo considerablemente su vida útil».

El gobierno de la ciudad dijo que el objetivo es resolver los problemas que el servicio presenta especialmente en verano y además, prevenir contingencias como la bajante extraordinaria del río a la que estamos asistiendo. La obra, producto de las gestiones del Municipio frente a la Nación, tendrá financiamiento del Ente Nacional de Obras Hídricas de Saneamiento (ENOHSA).

Hubo tres ofertas. Las empresas que se presentaron fueron Cemyc SRL; Norvial Servicios SA; y Paraná Medio Máquinas y Servicios SA. Una comisión técnica evaluará la documentación presentada por cada oferente y en el transcurso de la semana elevará la sugerencia para la adjudicación por parte del Departamento Ejecutivo Municipal (DEM).

El concejal Rolandelli se reunión con el vecino José Pablo Streitenberger, que inició una campaña para evitar el retroceso, señaló, que sería volver a tener en la ciudad con pozos de agua salada, los cuales tienen un gran impacto en la salud, genera corrosión en las griferías y destruye cañerías.
«Desde el bloque de Concejales vamos a impulsar un proyecto para evitar la perforación de pozos de agua salda. Hay otras alternativas y como ya lo dijimos antes estamos a disposición del Gobierno Municipal para cooperar en la elaboración de propuestas alternativas», planteó el edil.

Streitenberger después mantuvo un encuentro con el intendente Adán Bahl, y la evaluación sobre el proyecto de los pozos fue diferente.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora