Un diluvio que azota la ciudad tiene repercusión, y mucha, acá, en esta zona baja, avenida Laurencena. El caserío, los kioscos, una gomería, una vidriería, una estación de servicios, una escuela, un centro de salud, un bodegón, una peluquería de damas, todo da sus espaldas a otro sector, ese que crece a los bordes del arroyo La Santiagueña, en la desembocadura, casi, del arroyo La Santiagueña. Hay vecinos ahí que viven del cirujeo, de la cría de chanchos, y todo lo que no usan, lo que no les sirve, todo lo que tiran va a parar al arroyo, y el arroyo es un basurero que recibe todo, y a veces, en días de lluvia brava, se empecina en desaguar hacia cualquier parte, e inunda casas, y calle, y salones de venta, dormitorios, baños, patios internos, todo. No hay modo de ordenar, de momento, todo eso. Y el arroyo es lo que es desde siempre: un gran bote de basura.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.