
- Por Víctor Hutt (*)
Si miramos los números de la provincia de Entre Ríos podemos entender que al gobernador Gustavo Bordet no le cierren los números. Es sólo cuestión de sumar y restar.
También podemos entender que se deben sumar recursos a los ingresos para que cierren las cuentas. Todo esto se resuelve sencillamente desde la matemática más elemental o lo puede resolver un contador como Bordet. Ahora bien, la decisión de definir de dónde se sacan los recursos es ideológica.
Se puede sacar de los sectores que acumulan riquezas en forma vergonzosa frente a la pobreza de muchos sectores o se puede sacar de los trabajadores que ponen su fuerza de trabajo diariamente para tratar de sostener a sus familias.
Bordet y sus legisladores han resuelto el problema resguardando a las grandes riquezas y optando por hacer más pobres a los pobres o por empobrecer a los que apenas subsisten.
El corte para la extracción de salarios se puso en $ 61.000 para activos y en $ 69.500 para jubilados. Con esto, se incluye a un gran número de trabajadores estatales, docentes, enfermeras y enfermeros, policías que tienen problemas graves para que su familia subsista.
La suma de $ 61.000 está apenas un 40% por encima de la línea de la pobreza, que marca una canasta básica que deja afuera muchas necesidades. Sabemos que una familia no puede vivir y cubrir sus necesidades con $ 43.000.
En los fundamentos del voto contra la clase obrera, escuchamos a legisladores que sólo afecta al 20 % de los trabajadores, terrible afirmación y asunción del desastre que viven los trabajadores en la provincia de Entre Ríos.
Ese 80% privilegiado de no pagar el mayor impuesto se reparte en un 50% que está directamente por debajo de la línea de la pobreza y un 30% que apenas asoma por encima de ella. Parece que quieren que le agradezcamos al Gobernador y a sus alineados legisladores de mantenernos tan pobres que ni a eso llegamos y si se logra un salario de $ 61.000, debido a una larga carrera en el trabajo o a sumar cargos y horas cátedras para juntar un salario más o menos, nos cortan ese salario con el recorte y si un trabajador llega a cobrar $ 80.000, el recorte es el doble que los anteriores.
En Entre Ríos tuvimos dos opciones electorales fuertes en 2019, una que representaba al gobierno de Macri que flexibilizó las leyes jubilatorias y pensaba avanzar con la flexibilización de las leyes laborales, además de haber quitado el 20% del poder adquisitivo del salario de los trabajadores y haber duplicado las ganancias de la especulación financiera y el capital concentrado; la otra opción era la que prometía volver atrás con esas reformas, recuperar el poder adquisitivo del salario y empoderar a los trabajadores en cuanto a sus derechos.
Fue todo muy confuso y por lo tanto un fallo en cuanto a la opción democrática que teníamos para elegir, en Entre Ríos se eligió a un gobierno que prometía devolver derechos, pero Bordet había acompañado con sus legisladores nacionales las peores leyes de Macri contra la clase trabajadora.
En la elección provincial Bordet fue elegido ante la opción macrista, pero en la elección nacional en la provincia de Entre Ríos triunfó Macri, con el apoyo por inacción electoral del gobernador Bordet y sus legisladores. Todo este panorama no nos permite discernir con claridad si tenemos un gobernador peronista o macrista, aunque a medida que camina lo vamos comprobando.
Ni bien asumido en su segundo mandato, conocemos su primer gran proyecto, quitar derechos a los trabajadores en cuanto a la ley jubilatoria, en línea con lo que había acompañado a Macri a nivel nacional. No lo pudo hacer por la gran movilización de los trabajadores en toda la provincia, pero a poco de andar, en plena crisis de los trabajadores por la pandemia, con un salario congelado que perdió 20% de poder adquisitivo durante el gobierno macrista bordetista y sigue perdiendo con la inflación con salarios congelados durante medio año, presenta su segundo proyecto contra la clase trabajadora y lo realiza en forma exprés, en una semana, contando con el apoyo incondicional de los legisladores que no fueron elegidos por la militancia de su partido sino por negociaciones antidemocráticas con el dueño del partido peronista en Entre Ríos, que fue macrista durante 3 años y medio de su primer gestión y volcó para el otro lado una vez que detectó que el macrismo perdería las elecciones.
Así dadas las cosas, un gobernador que engañó a todos, que juega con amagues todo el tiempo, que no tiene una convicción ideológica que puede hacernos predecir sus acciones, que ha dejado a la militancia de su partido al otro lado de sus decisiones, que atentó contra la democracia interna de su partido, los entrerrianos estamos en manos de un CEO, al mejor estilo de los funcionarios macristas, que no nos garantiza los derechos laborales esenciales que fueron bandera del partido al que dice pertenecer y lo más preocupante es que está acompañado de un séquito de legisladores que manejan discursos progresistas y no les tembló la mano para votar una ley que recorta el salario a trabajadores empobrecidos por este mismo gobernador, legisladores que los hemos visto discurseando contra el neoliberalismo y hoy no dudaron elegir a los trabajadores para cerrar las cuentas del Contador de Entre Ríos, que ninguno propuso que las cuentas cierren buscando recursos de los bancos, de la especulación financiera, de los grandes terratenientes, una reforma fiscal que ya hemos propuesto los trabajadores en la provincia.
Hoy se votó en forma automática la ley de emergencia, con el voto contrario de los legisladores de Juntos por el Cambio, seguramente en contra porque se tocaba también en parte a algunos adinerados a los que representan, pero los trabajadores que sostenemos con nuestro trabajo el funcionamiento de la provincia, no tuvimos representación, pero que no se crean que lograron el triunfo. Han decidido enfrentar de pleno a la clase trabajadora y eso seguramente les costará muy caro.
La lucha continúa. Si sus conciencia no les genera ningún padecimiento se los vamos a seguir recordando y no daremos por perdida esta batalla contra los enemigos de la clase trabajadora.
(*) Víctor Hutt fue secretario general de la seccional Uruguay de la Asociación Gremial del Magisterio de Entre Ríos (Agmer).