Paraná se sumó a la recordación, este sábado, del Día Mundial de Lucha contra la Violencia hacia las Mujeres, con una movilización que partió desde Plaza 1° de Mayo y llegó hasta Casa de Gobierno.
La convocatoria, lanada por la Asamblea Participativa de Mujeres, Lesbianas, Travestis, y Trans, incluyó la lectura de un documento con una fuerte crítica hacia «la sociedad patriarcal, de clases, capitalista, sexista y heteronormativa».

«Estamos juntas para denunciar la falta de políticas integrales con perspectiva de género en los tres poderes del Estado y en los tres niveles gubernamentales: Nación, Provincia y Municipio, acorde con la relevancia del problema», señalaron.

Y denunciaron la existencia de «un sistema político, económico, penal y social que violenta a las mujeres, lesbianas, travestis y transexuales y sostiene la feminización de la pobreza». También, el documento rechazó «las políticas neoliberales de ajuste y avanzada contra los derechos»; contra los agrotóxicos; los salarios bajos; y para alertar por el hecho de que la Policía «desestima las denuncias de cientos de mujeres, lesbianas, travestis y trans y no respeta los protocolos de actuación frente a un caso de violencia de género, de trata o frente a la desaparición de las mujeres por otras causas».
«Marchamos porque todos los días desaparece una mujer, lesbiana, trans o travesti y de acuerdo a estadísticas no oficiales, una mujer muere cada 30 horas en nuestro país. Durante el período comprendido entre enero y noviembre de 2017, Argentina registra además la escalofriante cifra de 256 feminicidios: 223 feminicidios, 12 feminicidios vinculados mujeres y niñas, 19 feminicidios vinculados hombre y niños, 4 travesticidios», dice el documento, justo en el día en que en Entre Ríos se sumó un nuevo femicidio: Delia Zalazar, de 44 años, embarazada, fue asesinada por su expareja justo en el día de su cumpleaños. Y lo peor: José Luis Cardozo tenía restricción judicial para acercarse a su exmujer.

Pero nada bastó.

El de Delia Zalazar es ahora el octavo femicidio en Entre Ríos en lo que va de 2017.

El documento marcó ese punto, sin siquiera saber las organizadoras de ese nuevo femicidio. «Marchamos porque las denuncias previas y las medidas restrictivas, no acaban con las muertes: un 18 % de las mujeres asesinadas en nuestro país entre enero y noviembre de 2017 había realizado denuncia previa, mientras que un 12% tenía medidas de protección, lo que muestra la responsabilidad que comparte el Estado con los feminicidas».

«Marchamos porque en Entre Ríos hay feminicidas sueltos en las calles por la impericia en la instrucción de las causas: el feminicidio de Gisela López no tiene aún culpables y no se avanza en la causa para esclarecer el feminicidio de Jéssica Dos Santos y el de Romina Ibarra y Lidia Milesi. El caso de Miriam Schreyer está caratulado como suicidio, sin investigación a pesar de la cantidad de denuncias previas. Entre muchos casos en los que se invisibiliza el feminicidio y la causa se caratula para culpar a la víctima», planteó el documento.

También, la marcha repudió los abusos y la corrupción de menores dentro de la Iglesia Católica, con los casos de los curas Justo José Ilarraz, Juan Diego Escobar Gaviria y Marcelino Moya. Y reclamaron la completa implementación de la Ley de Educación Sexual, y exigieron una ley «que garantice aborto legal, seguro y gratuito; y denunciamos, que cuando una persona con capacidad de gestar necesita realizarse una interrupción del embarazo, hay profesionales de la salud, y la industria farmacéutica, comercian vilmente encareciendo la práctica médica y el insumo. Son hipócritas de doble moral».

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora