La plaza es la plaza más grande de la ciudad. Se inauguró hace más de un año, a finales de mayo de 2015, y se construyó sobre los amplios terrenos que dejó vacíos la mudanza del Hipódromo Almafuerte. Se llama Plaza Mujeres Entrerrianas, un gran pulmón verde que se llenó de juegos infantiles, veredas que se destinan a prácticas aeróbicas, mucho espacio para puestos de venta de torta fritas, y un mirador: el Mirador de las Palmeras. Es un costado de nombre ambicioso que, en realidad, es sólo un montículo de tierra arriba del cual se han plantado cinco palmeras. Las palmeras sobreviven. En el verano de 2015, el exgobernador Sergio Urribarri mandó trasplantar 30 palmeras de la costa del Uruguay y ordenó que fueran plantadas en una playa de Mar del Plata. Fue donde instaló su parador que ocupó en difundir su malograda candidatura presidencial. Cada palmera, a un costo de $5.000 languideció casi del mismo modo que el sueño entrerriano. En junio del año último, la Municipalidad de General Pueyrredón ordenó retirarlas, y llevarlas a un vivero. Y en las playas de Mar del Plata, de aquellas palmeras y de aquel sueño entrerriano no quedaron ni rastros.

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.