«Es una pérdida casi irremediable».
El sacerdote Walter Minigutti, párroco de Santo Domingo Savio, en el sur de Paraná, lamenta el robo de las reliquias del beato italiano Carlo Acutis, que en septiembre próximo será convertido en santo, y que habían generado una inusitada devoción entre los fieles.
Es más, Paraná tendrá una escuela secundaria que llevará el nombre del primer santo millenial, Carlo Acutis. Mediante decreto, el exarzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari, designó en marzo pasado a Alicia Teresa Carvoisier como apoderada legal y a Sandra Mariela Chavepeyre como cooapoderada del futuro Instituto Carlos Acutis, que funcionará en el ámbito de la parroquia Santo Domingo Savio, ubicada en el sur de la ciudad.
En julio último, sin embargo, esa creciente devoción al santo millenial sufrió una duro golpe: una pareja ingresó al templo a la hora de la siesta y se llevó consigo el copón dorado que contenía las reliquias de Carlo Acutis. La Policía inició la pesquisa que, de momento, no ha arrojado resultados positivos.
«No hemos tenido noticias. Esperemos quela Policía siga buscando, haciendo su trabajo y confiados en que puedan aparecer algún día», contó a Entre Ríos Ahora.
La comunidad de Santo Domingo Savio se quedó huérfana en su devoción. «Las bendiciones con las reliquias ya no se pueden hacer más. Pensar en reponer es complicado. Habría que hacer una nueva carta con el obispo y pedirla otra vez al lugar donde dan las reliquias, el Santuario de los Despojos, en Asís, Italia. Pero hay que considerar que va a ser santo el 7 de septiembre, y hay muchos pedidos de reliquias y demoraría que nos den alguna si es que hay. Es una pérdida casi irremediable», cuenta.
Quién es
A Carlo Acutis lo llaman «el influencer de Dios», el «ciberapóstol de la Eucaristía», «el santo de la red» y es candidato firme a convertirse en «patrono de Internet». Su nombre es Carlo Acutis, un adolescente italiano con dos pasiones –la fe y la informática– . Mmurió a los 15 años por una leucemia fulminante.
Nacido el 3 de mayo de 1991 en el seno de una familia acomodada en Londres –porque sus dos padres italianos trabajaban allí–, murió el 12 de octubre de 2006, en apenas 72 horas por una leucemia repentina. Genio de la computadora, pero también un chico especialmente devoto, pese a que su familia no lo era –su madre contó que sólo había ido a misa para su comunión, su confirmación y su matrimonio–, Carlo no sólo vivió cristianamente, sino que usó las redes para crear una muestra virtual de los milagros de la eucaristía en el mundo. Además, siempre gracias a su computadora, en la que solía entretenerse con videojuegos, como todos los chicos, elaboró un esquema del rosario que incluía los misterios de la luz.
Después de haber vivido un breve período en Londres, donde tenía una niñera polaca, Beata, gran admiradora de Juan Pablo II, que lo acercó a la Iglesia católica, se mudó junto a su familia a Milán. Allí fue primero a un colegio católico y poco antes de morir, a un secundario manejado por los jesuitas.
Su causa de beatificación comenzó en 2013. En julio de 2018 el papa Francisco lo declaró «venerable», título que la Iglesia católica le concede a quien, por la práctica de las virtudes ejercidas en vida, es considerado digno de ser venerado por los fieles. A Carlo se le atribuyó luego un milagro por su intercesión, paso indispensable para ser beatificado. Este se registró en Brasil, en el séptimo aniversario de su muerte, el 12 de octubre de 2013, en Campo Grande, capital del Estado de Mato Grosso del Sur. Allí, un niño de 6 años se curó inexplicablemente de una grave anomalía que padecía desde su nacimiento en el páncreas.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora