El cura Juan Diego Escobar Gaviria está citado para este martes, a las 9, en los Tribunales de Nogoyá.

Será para imputarle oficialmente el cuarto caso de abuso. Un nene de 11 años que declaró en cámara Gesell el martes 7 de febrero y reveló, una vez más, los modos voraces del sacerdote con los monaguillos.

El trámite será ante los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina, de la Unidad Fiscal de Nogoyá, trámite que contará con la presencia, además, de los abogados defensores del sacerdote, Juan Pablo Temón y Milton Urrutia.

Ahora Escobar Gaviria –nacido en Medellín, Colombia, el 13 de mayo de 1958 en Medellín, afincado en Lucas González desde 2005— acumula cuatro denuncias, y se encamina hacia el juicio oral, según anunció el fiscal Uriburu.

Su castillo de naipes comenzó a desmoronarse a finales de octubre: dos monjas de la Congregación Hermanas Terciarias Misioneras Franciscanas denunciaran ante el defensor oficial de Nogoya, Oscar Rossi, el abuso a un nene de 11 años. Luego, el arzobispo Juan Alberto Puiggari decidió apartar al cura de sus funciones y prohibirle dar misas en público.

Escobar Gaviria había sido designado párroco de San Lucas Evangelista, de Lucas González, en 2005. Mientras atendió los asuntos del alma en ese pueblo, recorrió toda la provincia encabezando multitudinarias misas de sanación. Es un discípulo del cura Ignacio Peries, de Rosario, y sigue el camino de los curas sanadores.

Eso fue así hasta que comenzaron a ventilarse las denuncias de abuso en su contra.

Ahora, Escobar Gaviria está recluido en Paraná, en la casa de la Cruzada del Espíritu Santo, en calle Comandante Espora al 500.

Mientras, la Justicia avanza con la investigación de los abusos. Los expedientes abiertos están caratulados “Señor Defensor Oficial s/Presentación”, que tiene que ver con la primera víctima, un nene de 11 años; a ese se agregaron otros dos: “Juan Diego Escobar Gaviria s/Abuso Sexual” y “Juan Diego Escobar Gaviria s/Promoción a la corrupción agravada de menores”.

Ahora, se suma una cuarta denuncia.

Desde que fue apartado del servicio activo en la Iglesia y desde que se le prohibió oficiar misas en público, ha ido de un lugar a otro. Se alojó primero en la casa de retiros Padre Lamy, pero allí no duró mucho: los monjes pidieron su expulsión. Luego, fue a dar a un departamento particular en Oro Verde, pero cuando la Justicia indagó, se cayó en la cuenta que en la dirección que había asentado en Tribunales vivía otra personal. Su última mudanza fue a Paraná.

Tiene prohibido volver a Lucas González.

Mientras, la Justicia sigue investigando.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.