«Yo ya no soy víctima».

Leonardo Mussi se acaba de enterar de la muerte de Javier Aníbal Broggi, el exsecretariode Cultura de la Municipalidad de Urdinarrain que, a lo largo de su vida, abusó y corrompió menores, que en 2016 fue condenado a 14 años de prisión, medida que empezó a cumplir en 2019 cuando fue alojado en la Unidad Penal de Gualeguay. Ahí murió.

-¿Te impactó la muerte?

-Qué sé yo. No sé si fue un impacto emocional. Cuando escuché la noticia, no sé bien cuándo,  entendí que es le camino que él eligió. Es coherente con toda la situación que nos hizo vivir a nosotros, y termina de esta manera, que era una manera coherente. Yo no lo vivo todavía como impacto.

Leonardo Mussi fue abusado por Broggi a los 8 años, pero recién pudo poner en palabras el horror que vivió recién a los 18. Lo compartió con un amigo. «Fue un camino muy extenso. Yo rompí el silencio diez años después de los abusos. La cronología es así. Diez años después de que pasó todo eso, una historia de terror, hablo con mi amigo -que yo supongía que le había pasado lo mismo, él también suponía que a mí me había pasado lo mismo que a él-: eso fue a mis 18 años. Recién hablo con mis padres a los 24, 25 años. Fue todo un tiempo de procesar, o de aguantar el silencio y la procesión por dentro hasta que un día no di más y fui a hablar con mis padres», recuerda ahora.

En 2019, la Justicia ordenó la detención de Javier Broggi, condenado en 2016 a 14 años de cárcel por corrupción de menores, y lo envió a la Unidad Penal de Gualeguay.

El 22 de diciembre de 2016, el Tribunal de Juicios y Apelaciones de Gualeguaychú condenó a 14 años de prisión efectiva al ex funcionario de la Municipalidad de Urdinarrain, Javier Broggi, por abuso sexual infantil. Se calcula que 40 menores fueron víctimas de Broggi entre 1988 y 1995.

 

El abusador Broggi fue detenido y está en la cárcel de Gualeguay

 

Javier Aníbal Broggi fue funcionario de la Municipalidad de Urdinarrain, a 233 kilómeros de Paraná, entre 2002 y 2008, en el área de Cultura. En ese período, y antes también, realizó talleres, se destacó en actividades teatrales, dio clases particulares, pero siempre con una peculiaridad: estaba cerca de niños, rodeado de niños. Su cercanía con esos niños se daba después de un primer paso: ganar la confianza de los padres. Recién entonces, Broggi cometía los abusos sobre esos chicos que sus padres dejaban a su cuidado.Un día Leonardo Mussi, víctima de los abusos de Broggi, tomó un micro de Buenos Aires a Urdinarrain y les contó a sus papás por qué no debían hacer ese viaje que habían proyectado realizar con Broggi. Les contó de los abusos y del horror que había vivido entre los 8 y los 13 años. En 2013, Leonardo Mussi se presentó en la Justicia y brindó su testimonio. Fue la piedra de toque que abrió el proceso que culminó, el 29 de diciembre de 2016, con la condena a 14 años de cárcel a Broggi por el delito de corrupción de menores. La sentencia la firmó un tribunal conformado por los jueces Alicia Vivian, Mariano Martínez y Alberto Seró.El 12 de diciembre de 2017, la Cámara de Casación Penal confirmó la condena a Broggi. En su voto, el juez Hugo Perotti planteó: “Finalizando mi voto, dejo expresado que el ´quantum´ punitivo (14 años de prisión) no ha sido impugnado por la Defensa, no obstante lo cual entiendo que el mismo resulta razonable y adecuado a la gravedad del injusto y la culpabilidad del autor”. Enterados de esa decisión, los defensores de Broggi, Ignacio Fernández y Rubén Gallardo, acudieron con un recurso extraordinario ante la Sala Penal del Superior Tribunal de Justicia (STJ).Pero la Sala  Penal, integrada por los vocales Daniel Carubia, Claudia Mizawak y Miguel Angel Giorgio, resolvió denegar la concesión del recurso extraordinario federal en la causa caratulada: “B. J.A. -Corrupción de menores agravada en forma reiterada s/impugnación extraordinaria” al expedirse sobre el planteo formulado  por los abogados defensores de Javier Anibal Broggi de llevar la causa ante la Corte Suprema de Justicia de la Nación (CSJN).

Los vocales, Carubia, Mizawak y Giorgio, que votaron en ese orden, se pronunciaron de este modo al rechazar la impugnación extraordinaria impulsada por Broggi, con patrocinio letrado de Rubén Gallardo e Ignacio Fernández, contra la resolución de la Cámara de Casación Penal de Paraná que no hizo lugar al recurso interpuesto contra la sentencia dictada por el Tribunal de Juicio y Apelaciones  de Gualeguaychú.

En abril, en tanto, la Sala Penal del STJ confirmó la condena a Javier Aníbal Broggi por corrupción de menores.

De ese modo, la sentencia condenatoria quedó firme y por tanto se hizo efectiva: así, el tribunal que lo condenó a 14 años ordenó su inmediata detención, hecho que ocurrió este lunes. Fue enviado a la Unidad Penal de Gualeguay.

En el tiempo que Leonardo Mussi decide denunciar el contexto era muy otro al actual. «Imagínese. En la época que a mí sucede esto, para la Justicia tenía que saber que estaba mal, conseguirme un abogado, ir a tribunales o hacer la denuncia en una comisaría, y yo tenía ocho años. Ese era el contecto de esa situacion. Imagino que así le ha pasado a muchos», dice.

Pero a poco de andar, asegura, «uno va haciendo una coraza. Gracias a esta lucha me he encontrado con mucha gente. Uno de los chicos abusados es un médico psiquiatra y me contaba que no es solamente el problema psicológico que acarreamos, sino que las personas que pasamos por esto tenemos menos expectativas de vida. Morimos más jovenes, mirá si no hace mella. Pero uno suponía que la sociedad nos iba a castigar por haber denunciado. No pasó eso. La sociedad de Urridanarrain se puso del lado nuestro».

Salir de ese rol de víctima al de sobreviviente, un término que a Leonardo Mussi le parece bien pero que no lo convence del todo, fue posible gracias a la condena judicial. Cuenta: «La Justicia, ayuda mucho, te ordena las ideas, pone las cosas en su lugar, te saca del lugar de víctima. Yo ya no soy victima. Superé una etapa muy oscura. Viví una infancia y una adolescencia terribles. No recomendable para nadie. Uno se autoflagela, psíquica y físicamente». Ahora, se asume sobreviviente de todo aquello.

Así lo define: «Uno deja de ser víctima cuando se hace justicia. Cuando no se hace justicia, seguís estando en un estado de indefensión. Cuando se hace justicia,eso se remedia».

 

 

 

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De la Redacción de Entre Ríos Ahora