El cura Marcelino Ricardo Moya abandonó el Hospital San Martín, adonde estaba internado, desde el 6 del actual, en la habitación 211 del Servicio de Clínica Médica, y fue derivado a un sanatorio privado de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
En el traslado intervinieron sus familiares y también la cúpula eclesiástica, según la información que pudo recogerse en los pasillos del Hospital San Martín.
De igual modo, Fernando Giménez, director del nosocomio, dijo no estar al tanto de ese traslado cuando fue consultado esta tarde.
Aunque la salida del cura Moya fue confirmada por una médica, jefe de servicio. Ante la consulta periodística, dijo: “Lo único que te puedo decir es que mi servicio jamás saca o abandono un paciente”.

Sanatorio San Camilo, en Buenos Aires.

Sanatorio San Camilo, en Buenos Aires.

La aclaración viene a cuento por cuanto la responsabilidad del traslado de Paraná a Buenos Aires sería ajena a una decisión tomada por los médicos tratantes y menos aún por el hospital. Fue tomada desde el entorno familiar la determinación.
Consultada la fiscal de la causa Moya, Nadia Benedetti, de la Unidad Fiscal de Villaguay, negó estar al tanto del traslado, aunque sí, dijo, recibió un informe respecto del diagnóstico que, de todos modos, aseguró que no revelaría.
La próxima semana, la fiscal tiene previsto reunirse el abogado defensor del sacerdote, Gustavo Amílcar Vales.
La versión indica que Moya, investigado por la Justicia de Villaguay por dos denuncias de abuso a menores, fue llevado al Sanatorio San Camilo, en Buenos Aires, ligado a la congregación Hijas de San Camilo.
Moya ingresó el 6 del actual al Hospital San Martín a través del Servicio de Infectología, y su diagnóstico se ha mantenido desde entonces bajo siete llaves. Los médicos tratantes se han amparado en el secreto profesional para evitar dar a conocer toda referencia respecto de su estado de salud que, de todos modos, es crítico.
Está alojado en la habitación 211 del Servicio de Clínica Médica, y su situación está siendo objeto de un cruce de consultas médicas y legales: las autoridades hospitalarias están al tanto de la situación judicial del cura, suspendido desde junio de 2015 por el arzobispo Juan Alberto Puiggari, al conocerse que dos víctimas, un médico y un estudiante de Abogacía, lo denunciaron en la Justicia.
Aunque primeramente se pensó en comisionar al fiscal Juan Francisco Ramírez Montrull para hacer un seguimiento de la situación del cura, investigado por la Justicia desde finales de junio de 2015, finalmente se decidió que todas las actuaciones fueran giradas a la fiscal Benedetti.
No obstante, hubo contactos con la Iglesia y se pidió que el sacerdote Luis Anaya, capellán del Hospital San Martín, fuera el nexo.
El 20 de diciembre último, Moya fue citado a indagatoria por la fiscal Nadia Benedetti, de la Unidad Fiscal de Villaguay, pero entonces eligió el silencio.
El lunes 29 de junio de 2015 se abrió la segunda investigación judicial contra un miembro del clero de Paraná por abuso; el primero resultó Justo José Ilarraz, a punto de ir a juicio.

Ricardo Leguizamón

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.