Lorena Dubini viajó en moto desde Basavilbaso, donde vive, hasta ese punto oscuro de la ruta 39 donde perdió a sus dos hijos hace un año: Brian y Axel Izaguirre. Vive envuelta en un luto agobiante: duerme abrazada a la ropa que usaron ese último día sus hijos, los llora como puede y no espera nada de la Justicia.
Brian y Axel viajaban en un Chevrolet Corsa junto a Leonardo Almada y Axel Rossi circa las 4 de la madrugada del 20 de junio de 2024 a su trabajo, el Frigorífico Fadel, de Pronunciamiento, en el departamento Uruguay. No llegaron: el VW Passat, coche oficial, que conducía Juan Enrique Ruiz Orrico, entonces titular del Instituto Portuario de Entre Ríos, que manejaba con 1,59 gramos de alcohol en sangre, se cruzó de carril y lo embistió de frente. Murieron los cuatro. Orrico salió caminando y está libre.
En ese lugar de muerte hay una cruz, y una placa, y este jueves van a pintar una estrella amarilla, y habrá una misa, una bendición y el recuerdo aciago de aquel día. Lorena Dubini estuvo ahí, un día antes, para limpiar, desmalezar, encontrarse con su angustia y su desazón. Un luto que asfixia.
El viernes 21 de marzo último, el juez de Garantías de Concepción del Uruguay Gustavo Díaz remitió a juicio la causa en la que se investiga la responsabilidad del extitular del Instituto Portuario de Entre Ríos, Juan Ruiz Orrico, por la muerte de cuatro jóvenes trabajadores la madrugada del 20 de junio de 2024 en la ruta 39, en jurisdicción del departamento Uruguay.
Orrico: manejaba alcoholizado, mató a cuatro y piden menos de 6 años
Orrico, a bordo de un auto oficial, se cambió de carril y chocó de frente al Chevrolet Corsa en el que se conducían Leonardo Almada, Axel Rossi y los hermanos Lucas y Brian Izaguirre, rumbo a su trabajo en el Frigorífico Fadel, de Pronunciamiento. Los cuatro murieron. Orrico, después se comprobó, manejaba a alta velocidad y con 1,59 de alcohol en sangre.
Orrico es defendido por el abogado Félix Pérez, en tanto que la querella está a cargo del penalista Mario Arcusin y del abogado Leandro Rosatti.
Habla pausado Lorena Dubini. Enfática. “Este aniversario mueve emociones, emociones encontradas, distintas emociones. Por un lado, la angustia y la tristeza de haber perdido a dos hijos; y por el otro lado, la impotencia y la bronca que te da de que la Justicia haga oídos sordos a nuestro pedido”, dijo en diálogo con el programa Puro Cuento de Radio Plaza 94.7.
-Para vos, ¿lo que pasó el 20 de junio del año pasado fue un accidente?
-No. A las pruebas me remito. Fue un homicidio. Orrico sabía muy bien lo que hacía. Es un adulto, era funcionario, tenía la capacidad de entender que salir alcoholizado podía provocar algo, y lo provocó. Lamentablemente, lo provocó, y nos tocó a nosotros. Se te pausa la vida. Y en mi caso fueron dos de mis niños: Brian, el mayor, papá de tres chicos: y Lucas, el más chiquito de la casa, con veintiséis añitos, papá de un nene. Nos destrozó a todos.
-¿Se quebró tu confianza en la Justicia? ¿Confías en la Justicia?
-Yo creo que a la Justicia la ganó la corrupción. Si hubiese sido Brian el que se cruzó de carril, a esta hora yo lo estaría visitando en un penal. Lo que tengo es el deber, para que mis hijos descansen en paz, de llegar hasta las últimas consecuencias. Quiero que Orrico vaya a preso como un ciudadano común, que no tenga privilegio por tener la esposa jueza (se refiere a María Evangelina Bruzzo, vocal de la Cámara de Casación Penal de Concordia, NdelR), y tampoco que el poder político influya, que sea condenado como cualquier otro ciudadano. Orrico era consciente de lo que estaba haciendo.
-¿Esperás una condena ejemplar?
-Yo quiero una condena ejemplar. Tiene que ser ejemplar para que esto no vuelva a pasar, para que no haya más mamás llorando a sus hijos. Era funcionario del gobierno de turno. Era director del ente portuario, entonces sabía lo que hacía en un auto del Estado que pagamos todos. Tiene que pagar. No queda otra. De alguna manera tiene que pagar.
-¿Cómo seguís? ¿Cómo se sigue después de haber perdido dos hijos?
-Hago todo lo que hay que hacer para conseguir una condena. Hice un llamado de atención más que nada al Poder Legislativo de nuestra provincia para que se cambien las leyes porque no puede haber una causa caratulada como homicidio simple que vaya a juicio con un pedido de condena de tres a seis años, que es irrisoria. Cualquiera que mate a otra persona con alcohol en sangre no puede ir tres años preso. Sacás una vida. No vale tres años una vida. Entonces para mí deben trabajar los legisladores en el Código Penal y los jueces empezar a dejar de lado el tema de tener amistades, de excusarse. En nuestro caso once jueces se excusaron en menos de diez meses, once jueces se excusaron por mantener alguna relación o con él o con la esposa de él. Si ellos se excusaban para condenarlo, ¿por qué no se excusan para no cobrar el sueldo? Renuncien. Si no pueden juzgar a una persona por ser amigo o conocido de ustedes, renuncien. Están en el lugar equivocado.
-¿Esperas algo de Orrico?
-No. Él nos hizo llegar una carta a través de sus abogados defensores. En esa carta, él pide perdón, pide disculpas y se hace cargo del hecho, pero no va y se presenta en el tribunal y paga lo que tiene que pagar, que es la condena, ir preso. Entonces para mí esas disculpas no sirven, para mí es pura estrategia de sus abogados defensores. Pero yo de él no espero nada: ya demostró el desprecio por la vida que tiene. Yo necesito que este tipo, mínimo, vaya 14, 15 años preso. Fueron 4 vidas que truncó, 4 gurises que iban a laburar.
-¿Todavía no has podido hacer el duelo?
-No, no he hecho el duelo. Esto me mantiene firme, más allá que uno lo llora todas las noches. Yo estoy durmiendo con la ropa del día del accidente de mis hijos; la última ropa que usó Lucas, la última ropa que usó Brian. La última camiseta que se puso Lucas, la que le sacaron en la morgue, la lavé y la tengo ahí: duermo agarradita a eso, con tal de sentir un poquito a mis hijos más cerca. Pero no he tenido el tiempo suficiente como para decir, listo, hago el duelo, lo lloro lo que tengo que llorar.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora