Ninguno de los familiares del diputado provincial José Ángel Allende (Frente para la Victoria ) se presentó hoy en Tribunales. Estaban citados como imputados en la causa por enriquecimiento ilícito que se sigue contra el también líder de la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN) su actual esposa, Adriana Satler, funcionaria del Ministerio de Salud; su ex Diana Traverso y sus tres hijos Julio, Victoria y Carolina Allende.
La causa se rige por el antiguo Código Procesal Penal y por eso no fueron citados por los fiscales que instruyen la investigación, Juan Malvasio, Laura Cattáneo e Ignacio Aramberry, sino ante el titular del Juzgado de Transición N° 3, Gustavo Adolfo Roque Maldonado. Pero al despacho del magistrado ni se presentaron ningún familiar de Allende. El abogado defensor del legislador, Marcos Rodríguez Allende, dijo que el lunes cumplirá con ese requisito presentando un escrito ante el juez.
Todos están imputados en el delito de enriquecimiento ilícito, y el juez Maldonado los había citado para que designen abogados, y aguarden la citación a declaración indagatoria. El jefe del clan lo hará el 23 del actual, y según Rodríguez Allende, no se amparará en los fueros de legislador e irá a Tribunales. El letrado adelantó la posibilidad de que haya un acuerdo judicial, que incluiría un reconocimiento del delito cometido, y la resolución del caso en juicio abreviado. En ese caso, Allende deberá dejar su banca de legislador por cuanto los delitos contra la Administración Pública incluyen, sine qua non, la pena de inhabilitación para ocupar cargos públicos.
Allende es diputado provincial desde 1999, y jefe de la UPCN desde 1998. En 2007, la revista “Análisis” ya dio cuenta de su crecimiento patrimonial.
“El diputado provincial José Ángel Allende (PJ-Nogoyá) se transformó en el dirigente que más inversiones hizo en los últimos tiempos en Entre Ríos. Hace no más de un mes compró una vieja casa en la Costanera Alta de Paraná, con vista al río, en unos 250.000 dólares, que comenzará a refaccionar próximamente. Además, gastó 150.000 pesos en la remodelación de su casa quinta en Colonia Avellaneda y se compró una lancha rápida con cabina en unos 100.000 pesos. A su vez, le entregó 160.000 pesos a un allegado familiar y le compró una camioneta 4 x 4 en 150.000 pesos, en menos de 10 días. Esto último provocó que tal persona tuviera la intimación y desembarco de auditores de la AFIP, porque tales movimientos quedaron registrados a su nombre y no los pudo justificar, según pudo determinar Análisis. Pero a ello se suman los negocios en Nogoyá, donde Allende sería dueño -a través de supuestos testaferros- de por lo menos cuatro propiedades, adquiridas en 2004, en cerca de 1,5 millones de pesos. Allí también el polémico legislador tiene su coqueto Haras, con residencia y quincho, ubicado cerca de la ruta a Paraná y valuado en unos 200.000 dólares”, detalló la publicación.
Y agregaba: “Allende, con la impunidad de movimientos económicos que lo caracterizan, en los últimos cuatro años hizo más inversiones que en lo que transcurrió de su vida. Empezó en Paraná y alrededores, donde primero compró un coqueto piso en calle 25 de Junio (entre Buenos Aires y Santa Fe, con pileta, por el que pagó 160.000 dólares), que pertenecía al escribano Héctor Krochik; adquirió una propiedad en calle Courreges y siguió luego con su inmensa casa quinta (por la que pagó unos 200.000 dólares) ubicada en proximidades de Colonia Avellaneda, con amplio parque, pileta, quincho y cancha de fútbol, que a fin de año remodeló casi por completo, invirtiendo cerca de 150.000 pesos, a lo cual sumó además una fuerte suma de dinero en costosos muebles.”
“Siempre con dos o tres autos cero kilómetro (“son del gremio, no míos”, se justifica cada vez que se consigna de ello, por más que los maneje él o alguno de sus hijos); sin negarse al placer de viajar al exterior cuantas veces sea necesario -más allá de cualquier crisis económica provincial o nacional, que evidentemente nunca lo roza ni preocupa, pese a su condición de dirigente sindical-, en 2001 compró la FM Ciudad de Nogoyá y la convirtió en Radio La Voz, invirtiendo no menos de 70.000 dólares. Pero a ello le sumó la construcción del Haras, ubicado en proximidades de la ruta hacia Paraná, donde gastó unos 200.000 dólares” describió Análisis. Y añadió: “Por esos días, la mayoría de los bienes de Allende se encontraba a nombre de su ahora ex esposa, Diana Traverso y de una amiga, Claudia Susana Marga Frenkel, ex empleada del Banco Cooperativo del Este (BCE) y quien también fuera allegada a determinados hombres del peronismo en la década de 1990. El dirigente también creó una fundación llamada Esperanza y transfirió bienes a empresas fantasmas uruguayas que compró: una llamada Casbox Cantley y otra Cardinal Kluch SA, evidentemente para hacer operaciones en el exterior, por lo cual no existirían dudas de que tendría cuentas en el vecino país. Otros opinan que sus cuentas en el extranjero no se limitarían a Uruguay, sino también a Suiza. Esta última empresa off shore es una de las más de 500 firmas cuya titular es una tal Alicia Teresa Cabrera Dodera.”
“La empresa Cardinal Kluch tiene su domicilio legal en Buenos Aires. En el Boletín Oficial de la Nación del 5 de octubre de 2005 apareció publicada el acta de asamblea por la cual asumió el nuevo Directorio. Como presidente quedó el hijo del diputado, Julio Alejandro Allende y como director suplente José Ángel Allende.”, apuntó. “Previo a ello, el diputado -ya separado de su esposa- a fines de 2004 se fue a vivir al edificio denominado “Torre Cervantes”, ubicado en la intersección de Santiago del Estero y Cervantes de Paraná, cuya construcción fuera iniciada por el empresario de la construcción Roque José Carmona, quien estaba prófugo de la Justicia paraguaya por un fraude de más de 40 millones de dólares y si bien permaneció un buen tiempo detenido en la sede de la Policía Federal -por orden del jubilado juez federal Aníbal María Ríos-, la Corte Suprema de Justicia de la Nación decidió no extraditarlo al vecino país. La construcción es de 16 pisos y los departamentos costaban entre 150.000 y 350.000 pesos cada uno. El diputado compró todo el piso 10 del edificio y un semipiso en el inmediato inferior, donde vive su hijo mayor. La operación se habría cerrado en una cifra cercana a los 500.000 pesos, pactada en no más de cuatro o cinco pagos, según reveló una fuente a este semanario”, señalaba “Análisis”, crecimiento patrimonial sobre el cual ahora investiga la Justicia a todo su entorno familiar.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora.