La última recomposición salarial dispuesta por el Poder Ejecutivo provincial para los trabajadores de la Administración Pública y para el sector docente, un 18% más una suma fija de $25 mil con base en los sueldos de diciembre, no impactó en el sector más precarizado de los empleados del Estado, los que se relacionan laboralmente bajo la modalidad de contratos de obra.
En septiembre de 2023, y durante la administración del exgobernador Gustavo Bordet, los salarios de los contratados de obra se incrementaron de $160 mil a $200 mil, aunque los dependientes del ahora Ministerio de Desarrollo Humano quedaron congelados en $160 mil, situación por la que reclamó la Unión del Personal Civil de la Nación (UPCN). De momento, esa situación no ha sido corregida.
Desde el otro sindicato que agrupa a los empleados de la Administración, la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), su titular, Oscar Muntes, resaltó la necesidad de que la recomposición que llegó a los trabajadores de planta también se haga extensiva a los contratados de obra.
Según Muntes, la última actualización salarial ubicó el mínimo garantizado en el Estado en $326 mil, lejos de los casi $500 mil que es el costo de la canasta básica que mide línea de pobreza, según los cálculos del Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec). «Ese monto seguramente se va a mover a partir del próximo acuerdo paritario, pero siempre vamos atrás de la inflación. Estuvimos a $10 mil de la canasta básica. Y no llegamos. Estuvimos cerca. Lamentablemente, hoy se disparó tanto que estamos a $200 mil para llegar a la canasta básica», ilustró.
El dirigente planteó la necesidad de que el Gobierno salga de la modalidad de disponer actualizaciones salariales por decreto. «Entendemos la situación de emergencia -opinó-. Pero no debe ser moneda corriente. Que no haya más decreto. No importa si no nos ponemos de acuerdo en el monto, lo importante es recuperar la paritaria», planteó.
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Foto: Gentileza La Lucha en la Calle
De la Redacción de Entre Ríos Ahora