En 2011 se inauguró el mandapeatón, una construcción que buscó priorizar el caracter peatonal de ese tramo de calle Monte Caseros que el Concejo Deliberante decidió rebautizar Su Santidad Francisco, idea de la administración del exintendente José Carlos Halle. El mandapeatón, sin embargo, pronto perdió su objetivo original, y pasó a ser una playa de estacionamiento ad hoc. Los vehículos se montan sobre el mandapeatón, y estacionan en lugar prohibido: la gente que va al rapipago, al kiosco, que baja por un trámite, que va a misa en la Catedral. Así, la estructura del mandapeatón fue cediendo a los usos más diversos, y así también fue deriorándose de modo inexorable. Ahora está así: roto y en condiciones pésimas.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.