El cura Juan Diego Escobar Gaviria tiene la suerte echada. En prisión desde el viernes 21 de abril –está alojado en la Unidad Penal N° 5 de Victoria– ahora lo que le espera es que se resuelva qué futuro le espera en la Justicia, donde tiene cuatro denuncias por abusos a menores.

El juez de Garantías de Nogoyá, Gustavo Acosta, citó para este martes 9, a las 9, las partes para anunciarles su decisión. El miércoles 26 de abril, los fiscales Federico Uriburu y Rodrigo Molina, a cargo de la instrucción penal preparatoria, cerraron esa etapa y elevaron al juez Acosta el pedido de remisión a juicio de la causa contra Escobar Gaviria.

Los fiscales concluyeron que los cargos que pesan sobre el cura encuadran en los delitos de corrupción de menores agravada por la condición de guardador (tres casos) y abuso sexual simple agravado por ser ministro de culto (el cuarto hecho). Y que tras cerrar la etapa investigativa, tienen la certeza de que «los hechos enrostrados al imputado, tuvieron lugar en las circunstancias de tiempo, modo y lugar consignadas en las diversas imputaciones y que la autoría material y responsable del mismo se corresponde con el accionar del incurso Escobar Gaviria».

O sea, dan por probados los abusos del cura a los cuatro menores, hechos que habrían ocurrido en el tiempo en el que el sacerdote fue párroco de San Lucas Evangelista, en Lucas González: desde 2005 y hasta finales de octubre de 2016, cuando fue suspendido por el arzobispo de Paraná, Juan Alberto Puiggari. Fue luego de la presentación de la primera denuncia por abuso, ante el defensor oficial Oscar Rossi, por parte de las monjas que dirigen el Colegio Castro Barros San José.

Tras cotejar pruebas y reunir testimonios, los fiscales entendieron que «la sanción a imponerse debe ubicarse próxima a la sanción media prevista en tipo penal; en consecuencia, la pena que aparece como justa y posible, utilizando la teoría del llamado ´ámbito de juego´ y las reglas establecidas para el concurso real, aplicada al caso concreto tomando en cuenta los ilícitos, la culpabilidad y las condiciones personales, entendemos que la pena aplicable al incurso estaría ubicada en el segundo tercio del marco legal previsto en abstracto para los delitos que se le atribuyen, todo lo cual me llevan a propiciar la pena a imponer al incurso en veinticinco años de prisión».

En el pedido de remisión a juicio coincidieron los fiscales Uriburu y Molina, y el querellante particular Mariano Navarro. En cambio, no hubo ningún planteo por parte de los defensores del cura, Juan Pablo Temón y Milton Urrutia.

En la audiencia del martes, el juez Acosta puede tomar tres caminos posibles: En esa audiencia, el juez Acosta puede seguir tres caminos: la elevación a juicio, la continuidad de la investigación penal preparatoria por considerar que no está agotada, o dictar el sobreseimiento del cura.
Aunque ya hay algunos indicios que descartarían el sobreseimiento: Escobar Gaviria fue mandado a prisión por el juez Acosta, medida que fue confirmada por el Tribunal de Juicios y Apelacciones de Gualeguaychú.

Confiados en el devenir de la causa, los fiscales pedirán el martes también que el cura siga en prisión, al aguardo del inicio del juicio oral.

 

 

De la Redacción de Entre Ríos Ahora.