«En caso de accidente rompa el vidrio con el martillo». Desde que el servicio de colectivos existe en la ciudad, existe ese cartel pegado a las ventanillas vidriadas de los coches. El martillo casi siempre está atornillado, y es una incógnita saber cómo, en una emergencia, se lo puede retirar en un santiamén. Como fuere, el otro inconveniente que sobreviene ahora con el descuido en el que han caído los coches, es la inexistencia del bendito martillo. Sólo queda el cartel, en caso de emergencia.
De la Redacción de Entre Ríos Ahora